El pleno reprueba a Hereu por su permisividad con los 'hooligans'
El equipo de gobierno retira una moción sobre Collserola para no perderla
Pleno aciago para el bipartito que gobierna la ciudad de Barcelona. La unión de los tres partidos de la oposición, CiU, el PP y ERC, provocó ayer situaciones insólitas, difíciles de recordar en el tripartito que había gobernado la ciudad en los últimos tiempos. La escena más chocante: que el pleno del consistorio "reprobara la pasividad del Ayuntamiento de Barcelona en los desórdenes causados por los hooligans" en el partido del Barça-Glasgow. La proposición salió adelante con los votos de la oposición después de una cascada de reproches por la permisividad ante los desmanes de la hinchada que dejó el centro de la ciudad hecho un asco.
La pinza entre ERC, CiU y el PP se impone al bipartito de socialistas e ICV
Y si es insólito que el pleno del Ayuntamiento de Barcelona repruebe la acción de su equipo de gobierno, no lo es menos que una medida de gobierno se tenga que retirar para evitar perderla. Eso ocurrió tras un rifirrafe entre el PSC, ICV-EUiA y Esquerra Republicana. El equipo de gobierno intentó, sin conseguirlo, llegar a un acuerdo con su ex socio Jordi Portabella sobre la propuesta de la delimitación del parque natural de Collserola que se tiene acordar con la Generalitat. El quid de la cuestión fue que el bipartito no quería concretar las hectáreas que se debe proteger y Portabella, sí. De hecho, el edil republicano lo precisaba en la proposición que defendió y que salió vencedora con el apoyo de CiU y el PP. Portabella propuso que la vertiente de la sierra de Barcelona del parque natural debía ser de 1.663 hectáreas. Y el PSC e ICV-EUiA alegaron que no era el momento de concretar la cifra porque lo importante es asegurar una zona de preparque o de transición entre el suelo urbanizable y el parque natural. "Lo que se quiere es que la zona de transición la gestione el Ayuntamiento, no se va a desprogramar nada", afirmaba Mayol. El enfrentamiento llegó entre Portabella y el edil de Urbanismo, Ramón García Bragado. "Ustedes [por el PSC e ICV] rebajan la zona que proteger en 309 hectáreas, según la documentación", afirmó Portabella. "Pues tienen información errónea", espetó García Bragado.
"Pero si es suya", argumentaba Portabella fuera de la sala de plenos exhibiendo un plano que le habían facilitado en su condición de preferente para llegar a acuerdos. El caso es que el equipo de gobierno retiró la moción y la que prosperó fue la de los republicanos.
Como dice el refrán, no hay dos sin tres. La pinza entre los tres grupos de la oposición volvió a funcionar con una moción defendida al alimón en la que pedían la paralización del túnel del AVE en el Eixample. Es decir, lo mismo que ya se aprobó el pasado mes de julio, y que, como entonces, desencadenó una polémica sobre las consecuencias de la llegada del AVE y la petición de replantear la conexión entre las estaciones de Sants y Sagrera.
Entre polémica y polémica, sí se aprobó, esta vez con el apoyo de ERC, el plan urbanístico del entorno de la estación de la Sagrera. En cualquier caso, el nivel de tensión y de debilidad del bipartito quedó en evidencia no sólo por el debate del pleno, sino también porque al acabar éste hubo comparecencias ante la prensa del PSC, ICV y ERC.
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