Diez agentes heridos en un simulacro antidisturbios

Una decena de agentes de la Policía Municipal de Madrid resultaron heridos a comienzos de esta semana por inhalación de gases lacrimógenos y contusiones durante un curso de formación de control de masas impartido por el Cuerpo Nacional de Policía en la Casa de Campo. Los agentes intoxicados, un total de cinco, necesitaron respiración asistida en el hospital Clínico, donde se les suministró oxígeno, mientras que los funcionarios contusionados acudieron a una clínica privada.

Las intoxicaciones se produjeron durante un ejercicio llevado a cabo en el interior de un furgón policial, en el que los instructores soltaron un bote de gas lacrimógeno con los agentes en su interior. Por su parte, los sanitarios de Samur-Protección Civil atendieron a dos agentes que tuvieron que ser trasladados a la clínica con carácter leve para que fueran atendidos por un oftalmólogo, debido a la irritación que presentaban en los ojos. Igualmente, otros cuatro policías recibieron atención médica, aunque fueron dados de alta en el mismo lugar de los hechos por inhalación de gases tóxicos.

Además, el pasado miércoles, un agente necesitó atención médica por un balazo con una pelota de goma y, ayer, otros dos sufrieron un esguince de mano y otro de tobillo durante un simulacro.

El curso de control de masas se está impartiendo durante estas dos últimas semanas de noviembre, entre las seis de la mañana y las cuatro de la tarde, en la Unidad Central de Seguridad Ciudadana, ubicada en la Casa de Campo, y en él participan 70 agentes de la Policía Municipal de Madrid.

Los de mejor nota

Los alumnos han sido seleccionados entre los agentes de las Unidades Centrales de Seguridad que mejor nota sacaron en unas pruebas físicas. Este curso surgió ante la necesidad de dotar a los agentes municipales de herramientas y conocimientos frente a disturbios, como los que se produjeron el 2 de mayo en Malasaña o en la Cañada Real a raíz del derribo de una vivienda. En ambos casos, varios agentes resultaron heridos.

Los sindicatos municipales denunciaron la absoluta falta de formación y de equipos de este cuerpo, aunque el control de masas es competencia exclusiva de los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), conocidos como antidisturbios.