A Defensa no le consta la escala del primer vuelo a Guantánamo

El Ministerio de Defensa asegura "no tener constancia" de que el avión C-141 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que el 11 de enero de 2002 aterrizó en la base de Guantánamo, en territorio cubano, con los primeros 23 prisioneros que ingresaron en dicho penal hiciera escala en la base de Morón de la Frontera (Sevilla). Según un portavoz de dicho ministerio, el vuelo con el indicativo RCH7502 pasó por el estrecho de Gibraltar sin llegar a tocar suelo español. Defensa asegura que en sus registros no aparece el aeropuerto de origen de dicho avión.

Esta versión contrasta con la documentación oficial de las autoridades de control de tráfico aéreo de Portugal, donde consta que el vuelo RCH7502 era un avión C-141 que salió de LEMO (denominación aeronaútica de la base de Morón) con destino a MUGM (Guantánamo).

También contrasta con la información facilitada por AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) a la Audiencia Nacional, en la que asegura carecer de datos del vuelo RCH7502, mientras que sí los tiene sobre unos 40 sobrevuelos con destino a Guantánamo. El Ministerio de Defensa no ha aportado hasta ahora sus registros al Parlamento ni al juez.

Los 23 prisioneros salieron de Kandahar (Afganistán) en un C-17 de la Fuerza Aérea y llegaron a Guantánamo en un C-141, tras hacer escala "en un país europeo", según se informó entonces.

Nunca se pidió permiso

Por otra parte, fuentes de Defensa contradijeron ayer la interpretación del convenio que hizo el martes un portavoz de la Embajada de EE UU en Madrid. Dichas fuentes subrayaron que la escala en España de presos con destino a Guantánamo no sólo requiere un preaviso por parte estadounidense, sino también una autorización expresa por parte española. Recordaron que el artículo 25.2 del convenio excluye de las autorizaciones genéricas los vuelos con pasajeros "que pudieran ser controvertidos para España. Y los presos lo son".

Por último, indicaron que en los archivos de Defensa no consta que Washington pidiera nunca autorización para el tránsito de presos por territorio español, por lo que éste jamás se autorizó. Esas fuentes reconocieron que no se inspeccionan los aviones que hacen escala en las bases ni la identidad de los pasajeros. "Las relaciones con los aliados se basan en la confianza y buena fe", concluyeron.