"Hay que convivir con la lesión"

Rafa Nadal sólo disputó un partido a tres sets durante el Masters de Shanghai. Fue ante David Ferrer. Acabó con el gesto desencajado. Perdió y admitió que se había reservado durante varios juegos, a la espera del momento decisivo. Su confesión, viniendo de un tenista definido por un físico mercurial, levantó una sospecha. Toni Nadal, su tío y entrenador, lo confirmaba en Shanghai apoyado sobre una valla. "Rafa, por el tema que tiene en el pie, no puede trabajar mucho el físico. Nunca", dijo. "Al final de temporada lo notas. Nos viene pasando y sabemos que nos va a pasar. Hay que convivir con ello. No es lo mismo que el primer año, que tenía fuerza. A partir de la lesión

[en la inserción del ligamento peroneo-astragalino anterior del pie izquierdo], tiene este handicap. Ya no puede hacer el golpe de recuperación que tenía antes", continuó. "Para mí tiene más valor lo que hace ahora, porque seguir siendo número dos estando como está... Tuvo una lesión en el pie. Lleva una plantilla. Tiene que apoyar diferente. Cuanto menos fuerce, mejor. Es la realidad".

"Ser el 'número dos' estando como está... Tiene más mérito que antes", dice el técnico

La sinceridad de Toni, que ayer calificó la lesión de su sobrino como "muy grave" en el Diario de Mallorca, descubrió al número dos aterrizando en España procedente de Egipto. Su reacción fue inmediata. "La lesión no me ha impedido competir al máximo nivel en los dos últimos años", dijo el campeón, "sorprendido" por la situación. El entorno de Nadal no negó las declaraciones de Toni, pero sí su interpretación, y recordó que el tenista ha firmado su mejor año de siempre en puntos ganados. Nadal es el segundo tenista que más partidos ha disputado esta temporada.

"No lo he dicho nunca porque suena a excusa", había explicado antes en una entrevista con el EL PAÍS. "Entreno el físico cada día, pero no puedo correr. Ahora, en pretemporada, lo voy a intentar. De 2005 a ahora hay una gran diferencia en mí: estaba bastante mejor físicamente. No había tenido el problema del pie. Desde entonces tengo mucho cuidado, evito mucho correr y eso de hacer carrera continua en la preparación física no lo he hecho ni una vez, a lo mejor dos, en todo el año. Eso se nota. Tengo que coger el físico a medida que voy jugando partidos, y me cuesta, porque no tengo una base", cerró.

Nadal tiene molestias intermitentemente en el pie izquierdo desde 2005. No le han impedido ganar dos títulos de Roland Garros ni mantener el número dos. Sí le ha obligado a decisiones dolorosas, como la de no participar "por precaución" en marzo en la eliminatoria que enfrentó a España contra Estados Unidos en la Copa Davis. La clave de su rendimiento está en un viaje a ese país: Nadal voló en 2005 a Portland, donde la marca deportiva que le viste le proporcionó unas zapatillas a medida. También se hizo unas plantillas especiales para cambiar los apoyos de su pie. Hoy admite que lleva un año "haciendo siempre físico con parches" y que Joan Forcades, su preparador físico, "siempre está buscando cosas para que esté lo menos mal posible". El español trabaja en la piscina, aprovechando que el cuerpo sufre menos impactos, y hace remo y bicicleta.

El campeón de Roland Garros, según su entorno, retomará los entrenamientos esta misma semana. El año pasado voló desde Shanghai a Mallorca, pisó el aeropuerto y se fue a entrenarse. Este año, no. Nadal les ha regalado a sus padres un viaje a las pirámides egipcias con toda la familia para celebrar sus 25 años de casados. Y Toni, el sargento de hierro, que mezcla pulso de acero y enternecedor cariño por su sobrino, le comprende. "Ha hecho un buen tenis gran parte del año", reflexionaba en China. "Ha mejorado, con el handicap físico que tiene. Y va bien. Ahora es cuestión de relax y después, a trabajar otra vez a tope para ver si conseguimos mantenernos en el mismo lugar, o por ahí, el año que viene".