Recelo en el eje Prado-Recoletos

Todos quieren escrutarlo antes de hablar. La última versión del proyecto de reforma del eje Prado-Recoletos despierta recelos. Los vecinos, la oposición y Carmen Thyssen, presidenta vitalicia de la Fundación Thyssen, revisarán al dedillo la propuesta presentada por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, para uno de los principales ejes de la ciudad.

El último documento, presentado el lunes por el alcalde, reduce los carriles para el tráfico de 12 a 6 y dobla el espacio de las aceras, que pasarán de cuatro a ocho metros. El Ayuntamiento se compromete a no talar ni un solo árbol, uno de los aspectos que recibió más crítica en borradores anteriores. Es más, anuncia que plantará más de 2.000 nuevos ejemplares.

El PSOE quiere que la Unión Europea vigile también los pasos del proyecto de reforma. El eurodiputado socialista Carlos Carnero solicitó ayer a la Comisión Europea que exija el estudio de impacto ambiental al que obliga la normativa comunitaria. Respecto a la propuesta de reducción de un 37% del tráfico, la Comunidad de Madrid reclama una solución alternativa que no ha obtenido respuesta del Consistorio.

El consejero de Transportes e Infraestructuras, Manuel Lamela, rechaza la eliminación del tráfico en el eje sin una propuesta alternativa. "Hay que analizar detenidamente el impacto del proyecto en la movilidad de un eje tan esencial para la conexión de Madrid Norte-Sur como es el eje Prado-Recoletos", señaló el consejero el lunes. Lamela propuso la construcción de un túnel para mantener esa conexión. En el Ayuntamiento no quisieron ayer pronunciarse sobre este asunto.

Al Grupo Municipal Socialista no le sorprende que la Comunidad de Madrid rechazara el proyecto de Gallardón. El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, David Lucas, acusó ayer al alcalde de lanzar el proyecto "sin consultarlo ni consensuarlo con nadie".

La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) espera reunirse con el Ayuntamiento a mediados de diciembre para comprobar cuántas de las alegaciones que presentaron en 2005 han sido atendidas en la última propuesta. "Tenemos que ver el proyecto tranquilamente antes de valorarlo", indicó ayer Fernando Gómez, miembro de la Plataforma Ciudadana de Retiro.

La baronesa Carmen Thyssen, una de las más beligerantes contra la reforma de Gallardón, se pronunciará hoy con detenimiento sobre la polémica reforma, rediseñada por el equipo del arquitecto portugués Álvaro Siza cinco años después de la convocatoria del concurso. El lunes, al conocer las primeras pinceladas del proyecto, Thyssen se mostró escéptica: "No me creo que no se toquen los árboles".