Solbes plantea que se delimite el papel de la Oficina Económica
El PP critica que el ministro intente repetir en el cargo
Pedro Solbes, vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, se mostró ayer partidario de mantener la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, pero apuntó que es conveniente que "se delimiten" las funciones para que no se produzcan "solapes" o posiciones que puedan entrar en contradicción con Economía.
El vicepresidente hizo estas declaraciones tras intervenir en la primera jornada anual de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), organismo al que pidió que mantenga una actitud activa en la promoción de reformas de la economía para mejorar la competitividad.
El vicepresidente exige a las empresas que denuncien a los carteles
Solbes irá como número dos en las listas al Congreso por Madrid en las próximas elecciones a propuesta de Rodríguez Zapatero y sin condiciones, según recalcó el ministro de Economía. "El presidente y yo hemos hablado de muchas cosas en profundidad en las últimas semanas, de muchos temas, pero nunca se ponen condiciones a un presidente", remachó el ministro.
La confirmación de Solbes fue contestada ayer por el PP. El portavoz en el Congreso de este grupo, Eduardo Zaplana, cuestionó ayer la gestión de Solbes y aseguró que esta decisión del Gobierno responde al refrán que "más vale lo malo conocido".
Por su parte, el senador del PP Juan Pablo Sánchez Seco consideró que Solbes no debería ser ministro caso de ganar el PSOE, porque ha tenido "continuas vacilaciones" y no tiene "capacidad de reacción" para afrontar los problemas de la economía española. El senador llegó a decir que Solbes "está muy mayor", aunque al poco tiempo pidió disculpas y retiró su comentario.
Solbes intervino ayer ante un amplio grupo de expertos del sector de la competencia. Afirmó que uno de los retos de la CNC nacida el pasado 1 de septiembre es convertir el nuevo programa de clemencia (permite a una empresa delatar un cartel en el que participa y quedar exenta de multa) en un referente permanente para las compañías en el futuro.
A juicio de Solbes, la difusión de este instrumento es un "desafío", ya que los programas de clemencia no tienen un encaje en la tradición jurídica española y tampoco es fácil encuadrarlo en la sociología empresarial española, al contrario de lo que ocurre en los países de tradición anglosajona.
El vicepresidente, uno de los principales impulsores de la nueva Ley de la Competencia, considera que la solicitud de clemencia es una decisión empresarial, pero que tiene beneficios y costes para toda la sociedad.
Solbes cree que la Comisión Nacional de la Competencia tendrá un mayor peso en las decisiones empresariales y destacó su mayor independencia del Ejecutivo, "aunque esta potestad que le confiere la nueva ley no siempre sea cómoda para los ministros de Economía, yo incluido".
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