La salida de Ortuzar de EITB forzará al Gobierno a pactar el nuevo director
El Ejecutivo ha evitado desde 2001 revalidar su mandato en el Parlamento
El probable acceso del actual director general de EITB, Andoni Ortuzar, a la presidencia de la ejecutiva vizcaína del PNV (el Bizkai Buru Batzar) va a provocar al Gobierno un agujero con el que no contaba en la recta final del mandato: su sustitución al frente del ente público, para la que no tiene la mayoría necesaria en el Parlamento.
El problema que el partido resuelve al llenar con Ortuzar el hueco que dejará Iñigo Urkullu para sustituir a Josu Jon Imaz al frente de la ejecutiva nacional se convertirá así en un quebradero de cabeza para el Ejecutivo, que sólo podrá resolver negociando con algún grupo de la oposición.
Ortuzar se convirtió en junio de 1999 en el primer director general de EITB refrendado por el Parlamento, tal y como es preceptivo desde la reforma en 1996 de la ley de creación del ente. La normativa estableció además mayoría cualificada para ese trámite, con lo que el candidato tiene que tener el respaldo de la mayoría absoluta de la Cámara, es decir 38 votos. El tripartito dispone en este momento de 32 escaños.
El Gobierno logró en 1999 sacar adelante su candidatura gracias al apoyo de la entonces Euskal Herritarrok, con la que mantenía un pacto de colaboración parlamentaria por el que los radicales respaldaron también los primeros presupuestos del recién estrenado Ejecutivo de Juan José Ibarretxe.
Las dificultades para reunir la mayoría necesaria han llevado al Gobierno a mantener a Ortuzar en el puesto, sin revalidar su elección en la Cámara, después de las elecciones de 2001 y de 2005. El director general de EITB ha prolongado así una situación de interinidad que el Ejecutivo niega que sea tal, porque entiende que la elección es válida hasta que el Gobierno decida sustituir al designado.
El artículo 17 de la ley de Creación de EITB establece claramente que el mandato será de cuatro años y se extinguirá, en todo caso, con el fin de la legislatura. El primer vencimiento para Ortuzar se produjo, así, con las elecciones de 2001. La oposición ha pedido periódicamente a lo largo de estos seis años una nueva votación en la Cámara, pero las dificultades de alcanzar un consenso suficiente han enrocado al Ejecutivo en su negativa.
El papel del PSE
El PSE llegó a forzar en 2002 la intervención del presidente del Parlamento, Juan María Atutxa, ante el Gobierno, en defensa de esa competencia de la Cámara, pero incluso eso fue en vano. El posterior cambio en la política de acuerdos del Ejecutivo, que desde las elecciones de 2005 ha buscado en el PSE-EE el apoyo para paliar su situación minoritaria en las cuestiones de mayor relevancia, desde los presupuestos a la ley de Suelo, conduce a pensar que esta vez será el de los socialistas el terreno que el Gobierno sondee preferentemente ante el problema que se le plantea.
Además, con este partido ha pactado recientemente en la Comisión de Control de EITB las recomendaciones del Parlamento para el próximo contrato programa del ente. Por iniciativa del Grupo Socialista se constituyó también la ponencia que ha empezado a estudiar la reforma de la ley del ente, a la que, en principio, parece allanar el camino ese acuerdo precedente y el clima de entendimiento que van labrando ambas partes.
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