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Palizas, alzhéimer y una navaja

Una familia denuncia a otra por maltratar a una enferma. La tensión deja dos heridos de arma blanca el día del juicio

Una tarde de perros, un vecindario enfrentado, un juicio por palizas a una mujer mayor enferma de alzhéimer, la sangre caliente y un cuchillo a mano. Todo contribuyó ayer para desatar la tensión acumulada entre dos familias en la calle de Taconera, en el distrito de Usera, con el resultado de un padre y su hijo heridos por arma blanca -el joven, de 23 años, muy grave- y una madre y su hija -de la familia rival- contusionadas.

Las agresiones a la abuela de los Magán se oían desde casa de los Aguado

El día de ayer estaba señalado por ambas familias en el calendario. Según relataban varios vecinos, los Magán -un matrimonio con dos hijos- propinaban desde hacía meses palizas a la abuela de la familia, enferma de alzhéimer, que habitaba en la misma casa. Los vecinos de enfrente, los Aguado, denunciaron ante la policía los maltratos.

El juicio se celebró ayer y después de la vista, ya en el barrio, se desató la reyerta. Hacia las tres de la tarde, padre e hijo de los Magán -los denunciados- cruzaron la calle y agredieron a la madre e hija de los Aguado. Otro de los Aguado, Eduardo, respondió apuñalando a los agresores y fue detenido.

"Han cruzado la calle con el casco de la moto y la pitón [el candado] y han empezado a pegar a mi madre y a mi hermana", decía ayer José Alfonso, vástago de los Aguado. "Entonces mi hermano ha salido a defenderlas y les ha apuñalado", aseguraba, visiblemente nervioso.

Su padre contaba que desde hacía meses habían visto a la abuela de los Magán "demente, con la boca rota y moratones" y que oían las palizas desde su casa. "Les denunciamos, vinieron los policías municipales y se llevaron a la abuela", indicaba. "Hoy ha sido el juicio y ya le he dicho a mi mujer que tuvieran cuidado al volver a casa, porque están locos. Pero ahora mira, mi hijo, que es hiperactivo, con 20 años, detenido por defender a su madre y su hermana", contaba. Cuando los Aguado se fueron a comisaría, en la puerta de enfrente apareció Pilar Magán., llorando, con la camiseta ensangrentada de su esposo. "Los han apuñalado por la espalda, tengo a un hijo en la UVI, con el pulmón perforado y a mi marido en el 12 de Octubre", decía. Detrás, su otro hijo, alterado, gritaba con cierta incoherencia: "Nos estaban provocando. Hemos vuelto del juicio y se reían de nosotros por la ventana".

Pilar señalaba que ella nunca le había pegado a su madre. "Tiene alzhéimer, se escapa de casa, y se ha caído alguna vez, por eso tenía los moratones".

Varios de los vecinos de la calle de Taconera corroboraron ayer la versión de los Aguado y confirmaron haber visto y oído palizas a la anciana por parte de su familia.

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