Mas defiende el derecho a decidir como base para refundar el catalanismo
Convergència traza su 'hoja de ruta' ante un posible recorte del Estatuto
El líder de Convergència Democràtica (CDC), Artur Mas, trazó ayer su particular e intrincada hoja de ruta ante una eventual "desnaturalización" del Estatuto catalán por parte del Tribunal Constitucional, en su multitudinaria conferencia -3.000 personas- sobre la reformulación del catalanismo en el Palacio de Congresos de Barcelona.
Bajo la consigna: "El Estatuto no se toca y si se toca no se acepta", el dirigente nacionalista llegó a proponer elecciones anticipadas en caso de que los partidos catalanes sean incapaces de formar un frente común para defender no el Estatuto revalidado en las urnas, sino el más ambicioso y soberanista aprobado por el Parlament el 30 de septiembre de 2005. Un texto que resultó recortado en las Cortes y tras el pacto entre al propio Mas y José Luis Rodríguez Zapatero.
La redacción de un Estatuto y, por consiguiente, la fijación del nivel de autogobierno por el propio Parlamento catalán se enmarca en lo que Mas defendió ayer como "derecho a decidir" del pueblo de Cataluña y que abarcaría, además, la concreción de las infraestructuras y la obtención del concierto económico como modelo de financiación para la Generalitat. Tres puntos en los que, comentó, no debería haber discrepancias entre los partidos de tinte catalanista. "¿Conocéis algún vasco, del partido que sea, aunque se sienta muy español, que esté en contra del concierto económico?", se preguntó Artur Mas. "El catalanismo tiene que conseguir que los catalanes actúen en clave catalanista, en clave de país catalán", proclamó.
Mas huyó de referencias como independentismo o soberanismo -que tanto incomodan a sus socios de Unió-, pero bajo el epígrafe derecho a decidir, uno de los cinco pilares del nuevo catalanismo, diseñó su viraje soberanista e invitó a acabar con el rosario de agravios que, dijo, afectan a Cataluña. Apostó por superar la "dependencia de España" en asuntos como la financiación o las infraestructuras y "frenar" las intromisiones del Estado en las competencias exclusivas de la Generalitat. Y abogó por superar la estrategia de "hacer pedagogía" en el resto de España sobre el sentimiento catalanista y frente al federalismo de Pasqual Maragall resumió que la única vía posible es la conllevancia orteguiana: "Mientras los catalanes queramos mantener nuestra personalidad y defender nuestros intereses como pueblo y nación, nunca vamos a caer simpáticos".
El "derecho a decidir" aparece en el cuerpo doctrinal del nuevo catalanismo como un mandamiento que ni las leyes coyunturales -"el marco legal ha de adecuarse a la expresión democrática de cada momento", apuntó- ni un Tribunal Constitucional "incompetente y groseramente manipulado" puede invalidar.
Ante una hipotética sentencia contraria, Mas propuso primero realizar un referéndum en Cataluña para conocer si los ciudadanos aceptan la rebaja del Constitucional. Si esta consulta no fuese autorizada, la votación se realizará en el Parlamento catalán y se configuraría un Gobierno de unidad entre todos los partidos para defender el Estatuto aprobado el 30 de septiembre de 2005 ante las Cortes. De no prosperar, el líder de CDC apuesta por convocar elecciones. Los otros cuatro puntos de la reformulación del catalanismo han sido expuestos en distintas conferencias por Mas o, incluso, en sus programas electorales para las autonómicas. Unos comicios que, aseguró, volverá a encabezar en 2010.
- Nación plena. No es sinónimo de soberanismo ni de independencia, sino que supone sumar el mayor número de gente al proyecto nacionalista. Este objetivo se conseguiría seduciendo con la cultura catalana y ofreciendo mayores oportunidades de progreso.
- Un país puntero. Mas se refirió a la reforma del modelo educativo, planteó políticas para fomentar la natalidad para que el crecimiento demográfico no dependa sólo de la inmigración e hizo un llamamiento para consensuar las infraestructuras.
- Cataluña global. "Situar Cataluña en el mundo" ante los nuevos retos de la globalización y convertirla en el referente económico, empresarial e innovador de todo el mediterráneo.
- Regeneración democrática. Mas planteó un paquete de medidas para superar la desafección política como la limitación de mandatos, las listas abiertas o el respeto a la lista más votada.
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