Detenida una banda que vendía en África coches de lujo robados
La policía arresta a 27 personas y recupera 75 vehículos
Los coches de lujo son un caramelo irresistible para las bandas de atracadores. Sobre todo, si los ladrones tienen ocasión de robarlos fácilmente y de venderlos, al 10% de su precio original, en los mercados negros de Marruecos y de otros países de África y Asia. A ese tráfico ilegal se dedicaban con esmero los 27 miembros de una mafia integrada por ciudadanos marroquíes y españoles. En una operación conjunta, poco habitual, la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d'Esquadra han recuperado 75 de los 85 vehículos sustraídos y los han devuelto a sus propietarios.
La organización tenía su base de operaciones en la localidad barcelonesa de Vic. Desde hacía un año, llevaba una actividad frenética en Cataluña (donde se han registrado la mayoría de los robos), pero también se mantenía despierta en lugares tan dispares como Madrid, Toledo, Pontevedra o Sevilla.
Los robos se hacían por encargo. Una persona de contacto del país extranjero solicitaba tal o cual modelo. Los miembros de la banda lo localizaban. En una ocasión, sustrajeron cinco Citroën C5, un modelo "utilizado como taxi en el norte de Marruecos", explicó Xavier Cortés, sargento de la policía autonómica.
Aprovechar un descuido
Si el coche pertenecía a un usuario particular, entonces le hacían un seguimiento por la calle, que duraba los días que fuera necesario. "La víctima entraba a comer a un restaurante. Los ladrones aprovechaban un descuido para quitarle las llaves del bolsillo de la chaqueta", añadió Máximo Sánchez, teniente de la Guardia Civil.
Así de fácil. También usaban otro método igualmente sencillo: se presentaban en concesionarios de marcas importantes como BMW o Audi como supuestos compradores. Una vez allí, se escondían en el establecimiento o aprovechaban un descuido para coger las llaves -que, en muchos casos, permanecían en el contacto- y salir corriendo. Sólo en cinco de los robos usaron la violencia.
Los vehículos robados en toda España alcanzan un valor de 4,5 millones. Cada uno cuesta en el mercado entre 60.000 y 180.000 euros. Para esconderlos -o "enfriarlos", en la jerga policial- la banda utilizaba naves industriales que previamente había alquilado. Al detectar que el instituto armado estaba tras sus pasos, decidió cambiar de táctica y pasó a estacionar los vehículos en plena calle. "Es una estrategia simple, pero más efectiva porque dificulta el rastreo policial", dijo Cortés.
Los coches eran trasladados al norte de Marruecos, a Mauritania y hasta a Hong Kong vía marítima, en el interior de contenedores de mercancías. Para ello utilizaban empresas ficticias. Curiosamente, se desplazaban por las calles al volante de vehículos más modestos, que alquilaban con identidades falsas.
"La coordinación ha sido básica para llegar al éxito", subrayó el inspector jefe de la policía Miguel Ortiz. El Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago de Compostela ha coordinado la operación. De los 27 detenidos inicialmente, 19 han pasado a disposición judicial, entre ellos el jefe de la banda, W. A., un marroquí de 36 años con domicilio en Barcelona.
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