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Reportaje:

Un 'bárbaro' del rugby

Diego Zarzosa, segundo español en debutar con los Barbarians, tras Oriol Ripol

José Marcos

"Honra al espíritu de la camiseta. Sé tú mismo. No hagas cosas que no harías en un partido normal". Un pilier inglés, 50 veces internacional con el XV de la Rosa, adoctrinó a Diego Zarzosa el pasado miércoles en Plymouth. Ocurrió en los prolegómenos del debut del talonador, de 32 años, del Cetransa El Salvador de Valladolid con los Barbarians, la crème de la crème, un honor reservado sólo para los grandes del rugby.

Hasta el estreno de Zarzosa, sólo Oriol Ripol, hace cuatro años, había vestido la zamarra de los Baa-Baas. "Que me invitaran fue un gran honor. Es uno de los equipos míticos de la historia de este deporte. No me la esperaba, pero esto también indica que nuestro rugby está creciendo y que en Europa ya están pendientes de los españoles", recuerda Zarzosa desde Irlanda antes de medirse al Connacht en la Challenge Cup. En la anterior ocasión Ripol, el ala catalán que juega en los Sale Sharks de Manchester anotó tres ensayos. Zarzosa logró uno en los 55 minutos que disputó de titular. No bastó para superar al equipo de las Fuerzas Armadas (24-20) justo el día que se conmemoraba el remembered day en honor a los caídos en la Primera y la Segunda Guerra Mundial. "Es una experiencia que no todo el mundo tiene. Hay mejores equipos, pero la idiosincrasia es la misma", asegura Ripol mientras hace unas compras.

"Que me invitaran fue un gran honor. Es uno de los equipos míticos de este deporte"

"El argentino Gonzalo Quesada era el de más caché. El resto no jugó el Mundial de Francia. Habrá mejores nombres entre los que se midan a Suráfrica el 1 de diciembre en Twickenham. Pero da lo mismo. Aunque perdimos, todo fue perfecto", confiesa Zarzosa, incondicional del pilier Os du Rant, decisivo en el triunfo del combinado surafricano sobre Inglaterra en la final de París.

"Pues claro que sé lo que ha conseguido", cuenta Rufo, padre de Diego y vicepresidente del Valladolid. "Hasta hace seis años, Diego y los demás se pagaban las 10.000 pesetas de la ficha de su bolsillo. Y la ropa se lavaba en casa", explica. "Todo esto no se logra sin el respaldo de los tuyos", reconoce su hijo, que se dedica a las tareas administrativas de la empresa familiar. "Trata de explicar en una multinacional que vas a faltar tres días porque tienes partido o que causas baja por una lesión... Ése es nuestro gran hándicap", apostilla.

"Le conozco desde que era un crío. Ya empezó con el rugby en Preescolar, con cuatro años. El problema es que lo que conseguimos en España con 30 años lo hacen en Francia e Inglaterra a los 23. Pero no hay que pensar en eso. ¿Saben que Diego estuvo mes y medio en los Harlequins de Londres?", se alegra Javier González Cancho, el gerente del Salvador. "Fue alucinante. Es otro mundo. En Inglaterra o Francia trabajan ocho horas diarias. Son profesionales, como los equipos de fútbol. Los lunes y martes nos tocaba paliza en el gimnasio y, según se acercaba el día de partido, se trabajaba más la táctica y los vídeos. ¿Si veía muchos? ¡Muchísimos! Hasta de los árbitros para conocer su forma de pitar y dónde poder apretarles más", dice pícaro.

Zarzosa no habla de cifras. Eso es para el patriarca de la familia. "Cada semana le pagaron 2.000 euros. Coche y hotel aparte... Y aquí les abonamos unos 300. Estamos recorriendo el camino para ser semiprofesionales", afirma Rufo.

"Al no haber mucho dinero, buscamos otros premios para los jugadores", relata Alfonso Mandado. "Así que en mayo pasado, en Elche, nos enfrentamos en un amistoso a los Barbarians. Y se fijaron en Diego", añade el presidente de la federación. "¡Eso es la leche!", exclama el inglés Keith Chapman, mánager de la selección. "Le convocaron gracias a ese partido. ¡Vete a saber si no lo hubiéramos jugado! Porque el caso de Ripol es distinto. Se lanzó en busca de una carrera en el Reino Unido. Lo tienes más fácil estando allá". Después de ensalzar los orígenes de los Baa-Baas -"tienen la sede social en el East Indian desde 1800 y pico, ¡de cuando el Imperio!"-, Chapman valora las virtudes del talonador español: "Es un portento físico y lanza muy bien el balón a touché. Y es de manos seguras".

Los piropos no afectan a Diego. Excepto los de los propios Barbarians. "Al final del encuentro, me felicitaron por haber honrado su espíritu". La sensación todavía hace temblar a Ripol: "Que te digan eso es lo mejor que te puede pasar. Porque quizás no jugarás con ellos nunca más. Va como va". De momento, ninguno ha repetido.

Zarzosa (a la derecha), en el partido que enfrentó a España con los Barbarians el pasado mayo.
Zarzosa (a la derecha), en el partido que enfrentó a España con los Barbarians el pasado mayo.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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