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Alcaldes del PP en La Marina Baixa se enfrentan por el agua

Sella se niega a entrar en el consorcio comarcal para garantizar que Relleu desarrolle sus proyectos urbanísticos

El futuro desarrollo urbanístico de varios municipios de La Marina Baixa depende de que puedan garantizar el suministro hídrico. Sin agua, no habrá urbanizaciones. Como ejemplo está el PAI de La Serreta en La Nucia (5.000 viviendas), paralizado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) tras constatar que el informe preceptivo sobre la disponibilidad de agua de la Confederación Hidrográfica del Júcar subraya la insuficiencia de recursos hídricos para la futura población.

El TSJ paró un PAI en La Nucia por no tener asegurado el abastecimiento

El presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquin Ripoll, explicó recientemente la intención de unir a los municipios de Relleu y Sella (ambos gobernados por el PP y situados en el interior) al Consorcio de Aguas de La Marina Baixa, que preside el dirigente popular. El objetivo, afirmó, es permitir que Relleu pueda desarrollar con garantías sus proyectos urbanísticos aprovechando el agua del acuífero de Aitana, en el subsuelo de la localidad de Sella, sin necesidad de propulsarla desde el embalse del Amadorio, más bajo y alejado. Pero Sella no quiere entrar en el consorcio.

Relleu, con unos 1.000 habitantes, multiplicará su población por 20 en una década tras recalificar tres millones de metros cuadrados, creando cinco sectores alejados entre sí en un término carente de recursos hídricos. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado provisionalmente, ha estado rodeado de polémica, al basarse en un "compromiso inversor" -según el término empleado en la memoria-, es decir, en las compras realizadas por grupos promotores.

Relleu, sin recursos hídricos propios, se nutre de un pozo situado en su término, pero unido al acuífero de la vecina localidad de Orxeta, en la cola del embalse del Amadorio. La propulsión de agua hacia las nuevas zonas urbanizadas, más elevadas, supondría un coste mayor que si ésta se recogiera desde la parte alta, en el acuífero de Aitana en Sella. De ahí el interés de Ripoll en que ambas localidades se integren en el Consorcio.

El alcalde de Sella, Vicente Mas, del PP, rechaza el ofrecimiento. "No tenemos por qué hacerlo, ya que nosotros necesitamos el agua de nuestro acuífero", señala. Mas afirma que Sella "es suficientemente solidaria al permitir que el agua sobrante vaya al embalse del Amadorio", a través del río Sella, de donde se sirven los municipios del consorcio. Tanto Orxeta como Sella tienen pendientes de desarrollo varios programas urbanísticos que, al igual que Relleu, necesitarán tener garantizado el suministro hídrico.

Sella, rica en recursos hídricos gracias a su subsuelo, mantiene también un litigio con la vecina Benimantell, situada a más altura en la otra ladera de la montaña, pero que se nutre del mismo acuífero. Sella tramita la recuperación de un trozo de barranco de su ladera de montaña, dominado por Benimantell. El Consistorio regido por Mas acusa a su vecino de "permisividad" al conceder licencia de pozos, y teme que el acuífero que comparten acabe secándose.

La disputa entre ambas localidades surgió en 1996, cuando La Marina Baixa sufrió restricciones en el suministro y el Consorcio de Aguas se propuso extraer agua de la zona interior de la comarca para llevarla al litoral. Ante la negativa de Sella las prospecciones se realizaron desde Benimantell. "Nuestras fuentes quedaron secas", señala Mas.

El Consorcio de Aguas de La Marina Baixa se creó en el año 1969 con el fin de garantizar agua a las poblaciones del litoral y al turismo.

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