Dos por el precio de uno

Francisco Román es consejero delegado de Vodafone España desde 2003. A partir del 1 de enero próximo será también presidente. Sustituye a su "amigo" José Manuel Entrecanales, que dejó el cargo para presidir Endesa. Un buen negocio para la multinacional porque a Román no le subirán el sueldo, o al menos, no lo revela. En cualquier caso, la unificación en la persona de Paco Román de ambos cargos se produce por algo más que por un ahorro de costes. Nadie como él ha sabido vender Vodafone en España, incluso si la marca patrocina al equipo McLaren del odiado Hamilton.

A Román, madrileño de 53 años, le gusta escalar montañas, pero dice que no tiene ninguna ambición especial por ascender en el escalafón de la mayor operadora de móviles del mundo; le basta con España. Este ingeniero superior de Telecomunicaciones se ha pasado toda su vida profesional como representante de grandes multinacionales: Hewlett Packard, Microsoft y Airtouch.

Lee ahora En busca de Marcel Proust, de André Maurois, pero a diferencia del autor francés no tiene tiempo que perder. "Quien no es capaz de organizar de manera adecuada el tiempo que dedica a su esfera privada difícilmente podrá gestionar una empresa", le gusta decir. La conciliación familiar en su caso son su esposa y sus tres hijos, y aún le queda tiempo libre para jugar al hockey sobre hierba.

Las dos palabras que más le gusta pronunciar son Vodafone Live, la plataforma de servicios de la operadora. Tal vez a fuerza de tanto repetirlas haya convencido a casi un tercio de los 15,5 millones de clientes que tiene la compañía para que no sólo usen el móvil para hablar y mandar SMS, sino para navegar por Internet o chatear. Vodafone lidera en España la llamada tercera generación con más de cuatro millones de usuarios.

Le gusta ser muy respetuoso con Movistar y Orange, pero eso no le impide arrancarle clientes mes a mes en la feroz batalla de la portabilidad. Y también es el campeón en llegar a acuerdos con los nuevos operadores (Yoigo, Eroski, Euskaltel, Ono y BT). La espina de Vodafone, frente a sus dos grandes rivales, tiene cuatro letras: ADSL. La británica no tiene oferta de Internet salvo por el móvil, y ha tenido que comprar Tele 2.

Y si algo diferencia a Román de los otros grandes ejecutivos de las telecomunicaciones, es su valentía a la hora de plantar cara a las administraciones, y a su avidez por hincarle el diente al móvil con todo tipo de tasas y regulaciones.