El partido de Putin y los comunistas serán los únicos en el Parlamento
Un sondeo otorga a Rusia Unida 372 escaños de la Duma de un total de 450
La estrategia de Vladímir Putin de encabezar la lista de Rusia Unida (RU) en las parlamentarias del 2 de diciembre ha sido un éxito, ya que determina el triunfo del partido de los seguidores del presidente en unas elecciones "muy parecidas a las soviéticas" por su "falta de alternativa" y su "severo control", según dijo ayer el sociólogo Lev Gudkov, al presentar el último sondeo del centro Levada, una institución caracterizada por su independencia.
El sondeo confirmó que el proceso electoral en curso, en el que participan 11 partidos, tiene el "carácter más rutinario" de todos los celebrados en Rusia. Los ciudadanos irán a las urnas para "aprobar lo que hay". También la juventud, que, habiendo sido "políticamente pasiva" en anteriores comicios, responde ahora positivamente a la movilización del Kremlin y votará según la tónica general, de carácter conservador.
Si se cumplen los sondeos, sólo dos partidos superarán la barrera (7%) para obtener escaños en la Duma, a saber RU, con el 67% -372 escaños de un total de 450-, y el Partido Comunista, con un 14%. RU controlaba ya la Duma Estatal, que ayer concluyó una legislatura de cuatro años en la que ha refrendado, con sus leyes, la involución democrática del país y la desaparición de los pequeños partidos y los diputados independientes. Fuera del Parlamento se quedarán nueve formaciones, incluida Rusia Justa, en pleno naufragio (4%) tras haber sido creada bajo los auspicios del Kremlin cuando éste apostaba por un bipartidismo domesticado. La estrategia actual, dirigida por Vladislav Surkov, vicejefe de la Administración, pasa por crear un nuevo movimiento de apoyo al presidente. Este movimiento debe servir para legitimar al líder después de las presidenciales de marzo (a las que Putin dice no presentarse), y para controlar a los funcionarios de RU.
La nueva organización, gestada en el Kremlin, se hace aparecer como una gran corriente espontánea de seguidores del "líder nacional", una figura aún nebulosa, pero concebida como un punto de referencia clave del Estado. La culminación de los mítines que se han celebrado por todo el país fue el jueves una asamblea de delegados de 80 regiones en Tver, una ciudad entre San Petersburgo y Moscú, que dijeron haber recogido 30 millones de firmas en apoyo de Putin.
Un 45% de los encuestados es contrario a que Putin se convierta en un "líder nacional" que influya sobre la vida del país en paralelo a las instituciones. Un 35% son favorables, pero dada la avasalladora propaganda estatal, esta cifra puede aumentar. Los rusos consideran a Putin como una "bendición", pero dos tercios se oponen a que sea presidente de por vida, según Gudkov.
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