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Un falso cónsul vendió decenas de pasaportes diplomáticos de pega por la Red

Jorge A. Rodríguez

El hombre quizás acabó haciéndose un lío de tanto falsificar pasaportes diplomáticos. El belga Albert William Kapleta, de 54 años, vivía en Alicante con pasaporte diplomático de Liberia, pero se hacía pasar por el irlandés Thomas Bowden para ejercer de embajador cultural en la Unesco por la Republica de Vanuatu. La policía lo ha detenido en Altea (Alicante) por vender a través de Internet pasaportes diplomáticos falsos de medio mundo por precios que oscilaban entre los 50.000 y los 120.000 euros. Tenía en su casa 20 en blanco y los expedientes de 120 clientes ya servidos.

La investigación comenzó en abril, cuando la Brigada Central de Falsedades Documentales detectó varias páginas web que ofrecían pasaportes diplomáticos, en las que el punto de contacto era una dirección de Alfaz del Pi. Las páginas habían sido abiertas por una persona que había presentado para el registro un pasaporte diplomático de Liberia. La policía localizó al individuo en Altea.

El negocio debía irle bien, porque, aunque no se le conocía trabajo alguno, conducía un Lamborghini amarillo con placas diplomáticas belgas, que habían sido robadas de un coche de la verdadera cónsul de Bélgica en Barcelona. El falsificador alternaba este coche con algunas de sus cuatro Harley Davidson y sus otros dos coches.

Embajador de Vanuatu

Uno de ellos era un Mercedes 320, también con matrículas diplomáticas falsas. El ahora detenido había denunciado tiempo atrás que le habían abierto el Mercedes para robarle "un pasaporte diplomático acreditativo de ser el cónsul de Irlanda en París". Pero antes, había conseguido un pasaporte, en este caso real, que le acreditaba como "embajador de asuntos culturales ante la Unesco por la República de Vanuatu", en el Pacífico sur, para cuya obtención había engañado a las autoridades de aquel país, ante las que dijo ser el irlandés Thomas Bowden.

Nada era verdad. Albert William Kapleta es belga de nacimiento y ya en su país había sido detenido en 1991 y 1999 por robo y falsificación de documentos. El negocio en España a través de Internet lo tenía abierto al menos desde 2004. Él fabricaba los documentos (venezolanos, italianos y de hasta 20 países), pero contaba con colaboradores en el extranjero, a los que ahora se busca.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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