"Me cuesta mucho entrenarme"
David Ferrer (Xàbia, 1982) ha vencido en tres días a Rafael Nadal y Novak Djokovic, números dos y tres del mundo. Sus victorias, sin embargo, no le han valido la semifinal, que se la juega hoy con el francés Richard Gasquet. "Eso es raro", reconoce el número seis del mundo recién levantado de la siesta.
Pregunta. Se quiere usted poco: dijo que era el peor top ten de la historia.
Respuesta. Lo dije, pero no lo pienso. Es una tontería. Pueden decir, 'mira Ferrer, qué llorón'. No es así. Cuando veo partidos desde fuera, partidos como el de Davydenko y Roddick, pienso, 'qué barbaridad'. Cuando yo estoy dentro de la pista no lo valoro tanto. Ahí lo intento y me duele. Me gusta el tenis, me gusta ganar, y me enfado al perder.
"El tenis es un trabajo más. No hay que darle mayor importancia. Si se la das estás pavo"
"He dado un paso muy grande. Pero de ahí a lo que son Federer o Nadal..."
"No le tengo miedo a nadie. He jugado con todos y otros tienen más presión"
P. Antes desaparecía de los encuentros. Ahora, se agarra a la pista.
R. Los partidos se ganan así. Sé que a la hora de ganar todo el mundo duda y tiene ese momento de nervios y tensión. Estando ahí te puede llegar una oportunidad. Mentalmente, cada año voy a mejor. Es por la madurez. Ya son seis años de profesional. Me lo tomo con otra calma.
P. Ganó a Nadal y dijo: "Es mucho mejor que yo". ¿No se pasa de humilde?
R. Es la verdad. Porque le gane yo... ¿Soy el mejor? No es verdad. Los números están ahí. Es como si dices: 'Guti ha hecho un partidazo y Ronaldinho ha estado mal'. ¿Quién es mejor? Ronaldinho tiene muchos más números. Lo que ha hecho Rafa con 20 años le convierte en el mejor español de la historia. Que haya perdido conmigo no quiere decir que esté mal, ni acabado. Si pasamos los dos a semis, él tiene muchas más posibilidades de ganar que yo. Por todo. Por tenis, por consistencia y porque es el número dos, vaya.
P. ¿A usted le queda poco para lograr esa consistencia?
R. No. Ese paso es complicado. Lo tienen pocos jugadores. El paso que he dado yo ha sido muy grande, pero de ahí a lo que son Rafa o Federer...son jugadores que ya de pequeños han sido unos cracks y lo siguen siendo.
P. Es la sensación del torneo ¿Cómo explica sus victorias?
R. No le tengo miedo a nadie. He jugado con todos...no les tengo respeto. Sé que soy como ellos. Otros tienen más presión.
P. Ganó a Djokovic y dijo que no jugó sintiéndose perdedor. ¿Antes sí?
R. Sí. Me ha pasado muchas veces. Llego a la pista y tengo dudas. En el Abierto de Estados Unidos no perdí por eso, pero iba 4-1, en semifinales, pensando que igual podía llegar a la final, y me conformé un poco en lugar de tener más ambición y agarrarme a la pista. Acabé un poco enfadado.
P. ¿Cuánto cuesta llegar al torneo de maestros?
R. Cuesta mucho, sobre todo mantener una regularidad muy alta durante todo el año. Juegas el doble de partidos. Cuando vas ganando tienes más presión, más tensión. Mentalmente es más duro. Luego lo piensas y dices... 'joder, ¡cuántos puntos! He sacado tantos... Y el año que viene, cuando empiece todo, ¿de dónde voy a sacarlos?' Es un trabajo del día a día y de darlo todo. Nadal dio un ejemplo de por qué es el número dos: íbamos 5-1 en el tercero, ganó el 5-2 y aún tenía ganas. Otro se hubiera dejado llevar.
P. Toni Nadal, tío y técnico de Rafa, dice que es el mejor jugando a ritmo.
R. Se lo agradezco. Cuando él habla, escucho. Sabe lo que dice. Impongo ritmo, pero su sobrino... en eso es mejor. El ritmo es presionar. Jugar recto. Empujar. Soy un jugador de mucho empuje y mucha presión.
P. ¿Le gusta entrenarse?
R. No, la verdad es que no.
P. ¿Por qué?
R. Me cuesta mucho. Entreno mucho porque sé que tengo que cuidar más el físico que otros jugadores. Me gusta más competir. Echo cuatro semanas haciendo pretemporada y, ostras, me entra el gusanillo. Lo echo de menos.
P. Ahora todo el mundo está detrás de usted. Es el hombre de moda.
R. Es por esta semana. Luego, todo el mundo se olvida. El tenis es un trabajo más. No hay que darle más importancia. Si se la das, estás pavo.
P. Usted sabe lo que es trabajar: se dedicó a la construcción.
R. Cuando tienes 16 años todo el mundo duda entre jugar o no. Lo probé y me di cuenta de que el tenis era lo que me gustaba. Si la construcción hubiera sido lo que me gustaba, habría trabajado en ella.
P. Javier Piles, su técnico, le encerraba en un cuarto para que se entrenara.
R. Me pilló en una época muy rebelde. Tenía 17 años y era mucho de estar en mi pueblo. No me gustaba viajar. Me gustaba mucho estar con los amigos, hacer cosas que quieres hacer a esa edad y que un tenista no puede hacer. No es que fuera un bala, pero a la hora de entrenarme me costaba un poco más. Estaba un poco tontín. Me hizo ver que esto no es venir, entrenarse e irse. Esto es venir, trabajar y, si trabajas bien, irse.
P. ¿Dudó alguna vez de que podría llegar a ser tenista?
R. Siempre he pensado que ser top ten era lo máximo para mí. Estoy muy orgulloso. He superado mis sueños.
Roddick se clasifica y Federer gana
Andy Roddick se clasificó ayer para semifinales del Torneo de Maestros tras ganar al chileno Fernando González (6-1 y 6-4). El estadounidense se jugará ser primero del grupo rojo contra Roger Federer, vencedor del ruso Nikolay Davydenko (6-4 y 6-3). Cuatro datos explican el momento de indefinición del genial suizo: ganó el partido, pero cedió su servicio dos veces, desaprovechó seis puntos de break y cometió 39 errores no forzados. Lo nunca visto. "Todo el mundo envejece. Él tiene 26 años, y lo lógico es que esté más cansado para el año que viene y que pierda concentración. Todos estamos esperando", dijo Davydenko, también de 26 años, sobre su rival.
"He tenido problemas con mi revés, pero he mejorado provocando que cometiera más errores. Me di cuenta de que Davydenko no iba a sacar fuerte en todas sus bolas y eso me permitió jugar desde la línea de fondo, moviéndole", explicó Federer.
A favor del tenista suizo, que tiene que ganar mañana a Roddick para asegurarse el pase, está la estadística: ha ganado 14 de los 15 partidos que le han enfrentado al estadounidense.
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