Los dueños de Alcalá 20 abren el local pese a estar precintado

Los actuales dueños de la antigua discoteca Alcalá 20, rebautizada ahora como Adraba, reabrieron ayer por la noche este local, pese a no disponer de los permisos y las licencias municipales. El Ayuntamiento ya avisó a la dirección de la empresa por la mañana a través de un fax que no estaba autorizada a la reapertura y que iban a romper el precinto que pesaba sobre el local, según fuentes municipales.

La Policía Municipal entró acompañada de técnicos de la Junta Municipal de Centro pasada la medianoche de hoy y pidió la documentación necesaria para abrir este local. Al ver que carecían los permisos, ordenó a los asistentes de la fiesta de apertura (unas 20 personas) que abandonaran la discoteca y procedió al precinto del local. Ocurrió a las 2.10 de hoy. Fuentes municipales explicaron que, al abrir sin tener la licencia de funcionamiento, el Ayuntamiento tramitará la correspondiente sanción.

Jorge Morales, un portavoz de la empresa que gestiona la discoteca aseguró que el local "cumple todos los requisitos" y que ya se habían solucionado los problemas que obligaron a cerrar esta discoteca hace dos años, tras una orden de un juzgado de Madrid.

La empresa entendió que, tras presentar los recursos y haber pasado tiempo había conseguido la licencia "por silencio administrativo", según fuentes municipales. El Ayuntamiento comprobó que no había resuelto los problemas detectados hace dos años, cuando también fue reabierta, y que había modificaciones respecto al proyecto inicial.

La discoteca Alcalá 20 sufrió el 17 de diciembre de 1983 un incendio en el que murieron 81 personas. Las llamas incontroladas producidas por un cortocircuito y la carencia de las mínimas medidas de seguridad convirtieron este recinto en una trampa mortal para los numerosos clientes que había en ella.