Ribó pide cámaras de vigilancia en las cárceles para atajar los malos tratos

Contra las denuncias por malos tratos, cámaras de videovigilancia. Esa es la recomendación que realiza el síndic de greuges, Rafael Ribó, en un informe sobre el sistema penitenciario catalán presentado ayer. En su opinión, el aumento de quejas de los presos por presuntos malos tratos aconseja la instalación de "sistemas permanentes de grabación y almacenamiento audiovisual".

Se trata, precisa Ribó, de ir más allá de las cámaras en la zona de paso de las cárceles y colocarlas en los lugares más dados a los excesos de los funcionarios: las zonas de registro a los presos, los módulos de ingresos y sancionados, los de régimen cerrado y los de salud mental. Las cámaras "permitirían a la Administración supervisar y autocontrolar las actuaciones en las que los derechos fundamentales de los internos se pudiesen ver fácilmente vulnerados", entiende el síndic.

Se trata, en definitiva, de seguir el modelo de la Dirección General de Policía, que ha ordenado instalar cámaras en todas las comisarías de los Mossos d'Esquadra. El síndic considera que así los funcionarios se sentirían más cobijados por la legalidad de su actuación. Con todo, es muy probable que la propuesta de Ribó no genere demasiada satisfacción en ciertos sectores del funcionariado, que todavía no ha olvidado la época en la que Ignasi García Clavel fue secretario de servicios penitenciarios en la época de Convergència i Unió (CiU) y se combatían decididamente los episodios de malos tratos. Y ahora García Clavel, es director del área de Justicia y Relaciones Sociales del Síndic de Greuges.

Estas son otras recomendaciones del informe, entregado al presidente del Parlament, Ernest Benach.

- Sistema de penas. El tiempo medio de estancia en la cárcel es, con diferencia, el más elevado de todos los países europeos analizados en el estudio: Francia, Inglaterra-Gales, Portugal, Italia, Alemania, Suiza, Suecia, Holanda y Canadá. El síndic propone una legislación penal "razonable, no basada y reformada continuamente a partir del alarmismo que suscita cada episodio grave de delincuencia". También reclama que se abandone el modelo de macrocárcel -que fue el que aplicaron los gobiernos de Pujol- y que se opte por prisiones pequeñas en zonas cercanas a los núcleos de población. Otra de las sugerencias pasa por el incremento del personal de vigilancia, así como de su formación y reciclaje.

- Ejecución y tratamiento. La población penitenciaria no para de crecer y hacen falta más psicólogos, criminólogos, educadores, maestros trabajadores sociales. Faltan medios rehabilitadores y el personal se dedica más a trabajos burocráticos que a la rehabilitación de presos, dice Ribó. Vista la experiencia de otros países, se sugiere introducir cuatro nuevos programas de tratamiento.

- Libertad condicional. Establecer como regla general que se pueda obtener al cumplir las dos terceras partes de la condena. También se propone eliminar las condiciones que impone ahora la Generalitat de periodos suplementarios para demorar la libertad condicional.

- Trabajo en las prisiones. Superar el modelo actual del trabajo productivo que realizan los presos, que no llega a todos ni tiene continuidad en el exterior. Ribó propone que la cárcel sea "un espacio para la capacitación laboral" de los reclusos pensando en su libertad.