Gallardón mantendrá los chirimbolos, aunque no le gustan
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, asegura en la segunda parte de la entrevista que concedió a EL PAÍS el pasado jueves que no le gustan los nuevos chirimbolos que se han instalado en las calles de Madrid, pero que los mantendrá. Afirma, sin embargo, que reubicará todos aquellos que supongan "un conflicto con el paisaje urbano".
Gallardón cree que el problema de la ocupación ilegal de la Cañada Real se ha multiplicado en los últimos dos años, y se muestra partidario de desalojar todo lo que está construido en la vía pecuaria.
En cuanto a la nueva M-30, el alcalde asegura que ha contribuido a la mejora del tráfico en la capital, donde según sus datos ha aumentado la velocidad media de los vehículos. Además, los túneles, según él, también reducen los niveles de contaminación en Madrid.
La prostitución callejera, afirma Gallardón, no tiene solución en un plazo determinado, porque arrastra problemas como la trata de mujeres y las mafias.
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