_
_
_
_
Análisis:A la parrilla
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¡Qué te calles!

Carlos Boyero

Por culpa de la sonrisa jesuítica y el discurso monotemático de Gallardón, ese político que jamás descompone el gesto y que como el chico modélico de la clase siempre dice lo que tiene que decir, noto que los párpados y los oídos avisan de su desfallecimiento y que Morfeo me reclama. Su sentido electoral ha repetido hasta el aburrimiento que es el alcalde más votado de Madrid, que la implacable democracia está ancestralmente enamorada de él y que será justo y necesario para su amada y descolocada España que Rajoy gane las próximas elecciones. El pulcro Gallardón sólo se permite utilizar el veneno al juzgar la labor de su bestia negra Jiménez Losantos: "España sabe la diferencia entre influir y entretener". Yo no lo tengo tan claro, pero me resulta diáfano que Gallardón ni me influye ni me entretiene.

Por culpa de mi comprensible deserción me pierdo el clímax a sangre y fuego entre la simpática y bienhumorada Isabel San Sebastián y el conciliador Calleja. Recupero en diferido la espantada de la agraviada dama rubia, pero no es lo mismo. El espectáculo suena a déjà vu, a la ordinariez estratégica de los vertederos del corazón. Allí el pretexto no son las acusaciones de fascismo, sino los cuernos o la toxicomanía, pero la puesta en escena y el efecto son parecidos e imagino que la publicidad se frota las manos con ello. Pero el ring de 59 segundos y consecuentemente el sabroso negocio corren peligro de extinción si los cruzados por Dios y por España se sienten en manipulada minoría y acorralados por la viperina mayoría roja.

La diversión agradece los desplantes enérgicos. Incluso los republicanos respetan el demoledor conceptualismo de la sangre azul con el plebeyo maleducado y criticón, resumido en el cinematográfico bufido del Rey: "¿Por qué no te callas?". Ya hay bula en el Parlamento para el macarreo verbal, para el "que te meto, que me dejes; tú, ¿de qué vas?".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_