"Aportamos 40 millones al beneficio bruto de Iberia"

Manuel López Aguilar, madrileño de 51 años, es desde hace año y medio director general de la división de Mantenimiento de Iberia, una de las apuestas más fuertes de la aerolínea. La pujanza de la parte más industrial del grupo le llevará a aportar entre 36 y 40 millones de euros al beneficio bruto (EBIT) este año (209 millones de enero a septiembre).

Pregunta. ¿Por qué han elegido como socio a la autoridad portuaria de Barcelona para un hangar de mantenimiento en ese aeropuerto?

Respuesta. Están en una zona aeroportuaria y su misión fundamental es desarrollar la zona. Necesitábamos a alguien con presencia y reconocimiento en Cataluña.

P. Tienen un proyecto de expansión internacional en Latinoamérica.

"Montaremos una empresa de trenes de aterrizaje y mantenimiento de 'jets' para ejecutivos, además de la transformación a cargueros"

R. Lo más avanzado es en Colombia y en México. Brasil también es una opción interesante. Es un proyecto a medio plazo, 2009-2010, y estamos valorando todas las consideraciones, desde el negocio de allí, capacidad de mano de obra y posicionamiento estratégico para hacer negocio. Seguimos avanzando, pero es un proyecto lento porque tiene implicaciones importantes.

P. Iberia Mantenimiento es la novena compañía mundial en el sector. Otras aerolíneas, como Lufthansa, optan por empresas separadas.

R. El que sea empresa separada no es tan importante como el que la división tenga su propia estrategia, una autonomía suficiente. Y ahora mismo en Iberia la tenemos. Somos la segunda empresa aeronáutica nacional, tras EADS.

P. Se suele decir que las líneas aéreas no son buen negocio. Sacar dinero del handling es cada vez más difícil. ¿Será el mantenimiento lo más rentable de Iberia?

R. Son negocios completamente distintos. El mantenimiento se está desarrollando de forma autónoma. Es un gran desconocido como actividad industrial, pero en términos de volumen genera más negocio que la propia fabricación de aviones: 40.000 millones de dólares a nivel mundial. La competencia es global y es un negocio mucho más estable que la línea aérea, sujeto a menos incertidumbre. Vamos a facturar 680 millones este año. Muy cerca de 300 son de servicios a terceros, un 15% por encima del plan director. Y aportaremos al EBIT

entre 36 y 40 millones.

P. ¿Quiénes son sus mejores clientes?

R. Entre los 15 y los 20 millones de euros de facturación están Spanair, British Airways, el Ejército del Aire, Olimpic Airways, Meridiana... Con el Ejército estamos en conversaciones para aplicar nuestra experiencia de modo que pueda aumentar su disponibilidad de aviones. Hemos firmado en el último año importantes contratos, como el de reparación de motores para Continental, y tenemos una cartera de pedidos de más de 1.000 millones de euros para los próximos años

P. ¿Desde el punto de vista de mantenimiento cuál sería el matrimonio más ventajoso para Iberia?

R. Nos estamos convirtiendo en el centro de referencia en mantenimiento en el sur de Europa. Lo que el consejo de Iberia está dejando claro ante una posible OPA es que quiere una definición del modelo industrial. Que los posibles compradores definan qué política industrial van a seguir, no sólo con la línea aérea sino con sus otros dos negocios. Mantenimiento es un activo importante, tiene amplio recorrido, la percepción que tiene el mercado es cada vez mejor y el grado de satisfacción y fidelidad de nuestros clientes es muy alto, con una permanencia del 100%.

P. ¿Cuál es el siguiente reto?

R. En los últimos cinco años, con mucho sufrimiento, hemos cambiado todo el sistema informático. El año que viene tendremos un sistema en el que toda la documentación se podrá hacer con firma electrónica, sin papeles. Dentro del proceso de crecimiento vamos a montar una empresa de mantenimiento de trenes de aterrizaje, separada, buscamos un socio para iniciar la colaboración. Planeamos también una empresa de mantenimiento de aviones para ejecutivos y una línea de producción de alto valor añadido como las modificaciones a cargueros. Pensamos hacer la primera transformación el próximo año.