El regreso del vinilo
Los antiguos discos negros centran la atención de los coleccionistas en la Feria Internacional del Disco de Barcelona
Una vez al año el coleccionismo discográfico irrumpe con fuerza en la actualidad barcelonesa. De repente, como salidos de la nada, docenas de coleccionistas se apiñan ante la entrada de la Feria del Disco con la esperanza dibujada en sus miradas: este año seguro que encontrarán esa pieza que tanto andan buscando y, además, a precio asequible.
Así sucedió en la tarde de ayer. Esta vez la feria, desde hace seis años denominada Feria Internacional del Disco de Barcelona y organizada por la empresa mallorquina Asociación Feria del Disco con la connivencia de la mayoría de las tiendas barcelonesas de reventa de discos, volvió a instalarse en el Palau Sant Jordi de la capital catalana. Por tercer año consecutivo, la feria utiliza el polideportivo olímpico barcelonés que, aunque un tanto frío por su enormidad, aporta comodidad tanto a los visitantes como a los vendedores y elimina la sensación de agobio.
A las 15.00 horas el nerviosismo se notaba en el cola que esperaba pacientemente ante la puerta lateral del Sant Jordi (algunos llevaban dos horas esperando). Con 10 minutos de retraso, las puertas se abrieron y las carreras, ordenadas eso sí, fueron la primera nota destacable del evento. Carreras para llegar, sobre todo, hasta los expositores de las tiendas extranjeras que, lógicamente, son las que aportan más novedades para los apasionados coleccionistas barceloneses, acostumbrados a rebuscar con asiduidad en las cubetas de las tiendas locales.
Este año han acudido a la feria un total de 205 expositores, la mitad de ellos extranjeros, con una amplia participación francesa. La nota más destacada, sin duda, es la proliferación de vinilos. Un producto que se creía relegado sólo al estricto coleccionista (especialmente rockero) parece regresar con fuerza entre el comprador habitual. En la feria dominan por cantidad y sus cubetas son las más rebuscadas, como mínimo en las primeras horas. "Mañana [por hoy] será diferente, el segundo día acude ya un público más diverso que busca más las gangas que las piezas de colección", explicaba ayer un expositor ante su puesto con abundantes CD a tres euros.
Entre la profusión de vinilos no sólo pueden encontrarse discos de alta colección a precios exhorbitados (los Beatles y el rock español de la década de 1960 se llevan la palma); también se pueden adquirir un buen número de discos negros de actualidad en cuidados prensajes destinados a los audiófilos más exigentes
Discos de vinilo, CD, DVD, libros y revistas se codean con algunos expositores que incluyen memorabilia de todo tipo. Pueden encontrarse muñequitos tanto actuales como históricos, tebeos, recortables, posavasos, tazas, camisetas, juegos de mesa, discos dedicados, discos de oro enmarcados y hasta un perfume de Céline Dion.
En el apartado de las curiosidades, las vitrinas de la subasta que se realizará mañana eran ayer las que acaparaban la atención de los visitantes. Un cabello (¡garantizado!) de Elvis Presley en un suntuoso marco dorado (el cabello casi no se distinguía) era el objeto que concentraba la mirada de los curiosos que ya habían saciado sus necesidades en las tiendas. Inicialmente, nadie hizo el más mínimo caso de las vitrinas situadas junto al enorme escenario que acoge actuaciones durante todo el fin de semana (la feria cerrará sus puertas a las 21.00 horas del domingo). En esas vitrinas podían encontrarse también portadas firmadas por sus intérpretes, revistas españolas antiguas con reportajes sobre los Beatles, un disco de Montserrat Caballé y Freddie Mercury firmado por ambos, y un disco de platino del Born in the USA de Bruce Springsteen. Todo se subastará en la tarde del domingo.
Feria Internacional del Disco de Barcelona. Palau Sant Jordi. Sábado, de 10.00 a 21.00 horas. Domingo, de 11.00 a 21.00 horas. Subasta, domingo a las 19.30 horas.
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