Un eurodiputado lenguaraz
Vidal-Cuadras, diputado del Parlamento europeo por el partido popular, hace unos días tuvo la ocurrencia de llamar cretino integral nada más y nada menos que a Blas Infante, padre de la patria andaluza, tal como se proclama en el Estatuto de Andalucía, sin que hasta cuando esto escribo haya rectificado o pedido perdón.
Las reacciones a frase tan llamativa como ofensiva a todo el pueblo andaluz no se hicieron esperar, desde el Ayuntamiento de Casares, pueblo donde nació Infante, lógica y razonable por lo demás, declarándolo persona non grata, hasta las diferentes fuerzas políticas pidiendo que el estrafalario señor de tan indigna expresión, renunciara a su acta de diputado europeo, siendo más atenuada, por no ser lo rotunda que debiera, la del partido popular.
No significando cretino otra cosa que ser necio o estúpido, no sabemos si el eurodiputado lo que quiso decir es que lo fue porque al notario sevillano lo secuestraron en su casa unos grandes patriotas falangistas que a los pocos días lo fusilaron sin juicio ni sentencia, es decir, que lo asesinaron en una carretera de la provincia. O si cree que fue cretino por ser condenado cuatro años después por la ley de responsabilidades políticas, siéndole confiscados los bienes a su familia en medio de la delirante represión del gran golpista Franco.
Tal vez lo que le molesta al señor Vidal-Cuadras es que un notario, que fue además musicólogo, periodista, escritor, conferenciante y político de primer orden, se preocupara siempre por las desigualdades sociales y la explotación de los trabajadores, diciendo en alguna ocasión que había visto pasear el hambre de los jornaleros por las calles del pueblo.
Blas Infante, a quien se debe la letra del himno de Andalucía, su bandera y el escudo, es un cretino a los ojos del flamante eurodiputado. Ignoro si quien dice una mamarrachada es un mamarracho, pero nuestro eurodiputado no es merecedor, hasta el momento, de un gran respeto, aunque después de las reacciones se recurra al consabido argumento de que se le ha interpretado sacando la frase del contexto.
No han faltado voces tratando de impedir que el eurodiputado pueda venir un día Andalucía. No opino de esa manera. Primero porque un ciudadano español puede visitar cualquier lugar del territorio nacional cuantas veces quiera y en segundo término porque esa visita sería muy beneficiosa para él. Podría conocer bien al pueblo andaluz, tratar a sus gentes, conocer bien la obra, vida y muerte de Blas Infante a través de los vecinos de Casares, pedir perdón a los familiares del notario asesinado y disculpas al Gobierno de esta tierra. Esto es lo que haría cualquier bien nacido.
Mientras Vidal-Quadras -es de esperar que su partido tenga el buen gusto de no incluirlo en ninguna de sus listas- no tenga ese gesto que le honraría, no merecerá representar a nuestro país en Europa. Y debe en sus ratos libres, más que dedicarse a decir necedades, a repasar un poco todo lo acontecido en España en los años treinta, cuarenta y cincuenta. La Memoria Histórica no es precisamente su fuerte.
JUAN JOSÉ MARTÍNEZ ZATO fue vocal del CGPJ y teniente fiscal del Tribunal Supremo. Es concejal socialista del Ayuntamiento de Málaga.
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