El Constitucional medita dos opciones insólitas para sortear su peor crisis
El presidente accidental plantea aparcar el recurso pendiente más importante - Montilla compara el acoso del PP al tribunal con los golpes del 36 y del 23-F
La crisis sin precedentes en la que ha entrado el Constitucional, con cinco magistrados recusados por el PP y el Gobierno, ha llevado a su presidente en funciones, Vicente Conde, a plantear dos insólitas opciones para sortear el bloqueo que sufre el tribunal.
La crisis sin precedentes en la que ha entrado el Constitucional, con cinco magistrados recusados por el PP y el Gobierno, ha llevado a su presidente en funciones, Vicente Conde, a plantear dos insólitas opciones para sortear el bloqueo que sufre el tribunal. La primera consiste en dejar aparcado hasta que se renueve el tribunal a fin de año el recurso del PP contra la presidenta de la institución. La resolución de tal recurso, planteado para que los conservadores controlen el tribunal, debe hacerse antes de analizar otros contra el Estatuto de Cataluña, la Ley de Igualdad o la de matrimonios homosexuales. Esa opción acarrea "el gravísimo inconveniente" de crear "un precedente de indudable gravedad" al asumir que los políticos pueden "bloquear el ejercicio de la función jurisdiccional de este tribunal" deliberadamente. Así lo describe Conde en una carta a los magistrados en la que, como segunda opción, sugiere que en las deliberaciones de tal recurso participen los magistrados recusados, una medida extraordinaria y de incalculables consecuencias.
El presidente de la Generalitat compara el acoso del PP al Constitucional con los golpes del 36 y del 23-F.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.