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Crítica:CLÁSICA | Dos mundos literarios suben al escenario
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Aún un concierto de Brendel

Alfred Brendel, una leyenda del piano, regresó aún una vez más a Barcelona, al Palau de la Música, para ofrecer un recital en solitario. Vino con sus autores de cabecera: Haydn, Beethoven, Schubert y Mozart. De papá Haydn tocó la Sonata en do menor Hob XVI/20; del sordo gruñón, la Sonata nº 31 opus 110; del de las gafas, dos Impromptus D.935, y del de Salzburgo escogió la Sonata en do menor K.457 para que así el concierto terminara en do menor, la misma tonalidad con que había empezado. Brendel cuida estos detalles.

Brendel tiene 76 años, debutó en 1948, lleva más de medio siglo en el escenario, fue el primero que grabó la integral pianística de Beethoven y ha pasado con las sonatas de Beethoven más años que el mismo Beethoven; de hecho, son más de él que de Beethoven, tiene derechos adquiridos sobre ellas y puede hacer lo que le dé la gana.

Alfred Brendel.

Obras de Haydn, Beethoven, Schubert y Mozart. Temporada de conciertos Ibercamera. Palau de la Música Catalana. Barcelona, 5 de noviembre.

Brendel hace años que ya no pelea con el teclado, se sienta y toca, deja que la música salga de él y es feliz haciendo esto. El resultado es milagroso, es el milagro de la naturalidad, la música mana, fluye y ya no importa si aquella corchea debería haber sido semicorchea o si el alegretto debería ir un punto más rápido. Estamos en noviembre, empieza a hacer frío y hoy el alegretto está un poco perezoso y la corchea también; quizá en mayo lo tocará más rápido y entonces estará bien que sea así. Lo importante es que todo ello surge de una interiorización de la obra resultado de toda una vida de amor y dedicación a la música.

Del concierto en sí poco se puede decir; Brendel no muestra señales de decrepitud, cada día es más libre y cada día se parece más a un monje. La libertad alcanzó su punto más hermoso en el adagio de la Sonata en do menor de Mozart, se demoró allí en cada nota haciendo que todas significaran, que todas tuvieran sentido, amándolas a todas. Aún un concierto de Brendel. Magnífico.

Sin que se hable todavía de retirada, de momento el maestro no está tomando compromisos más allá de diciembre de 2008, año en que se cumplirá el 60º aniversario de su debut. Precisamente en diciembre de 2008 Brendel tiene fechas reservadas para regresar a Barcelona. ¿Será aquél su último concierto en el Palau de la Música?

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