56 subsaharianos mueren de hambre y sed en un cayuco
101 supervivientes llegan a Mauritania tras arrojar los cadáveres al océano
Un cayuco con 101 supervivientes llegó el pasado lunes, arrastrado por la corriente, a las costas de Lagüera, el puesto fronterizo altamente minado y militarizado entre Mauritania y el Sáhara. La embarcación, que estuvo 16 días a la deriva, fue avistada desde la costa y arrastrada a tierra por gendarmes mauritanos.
Los que han podido contarlo relataron que partieron más de 150 personas, y que al menos 56 fueron arrojadas al mar tras morir de hambre, sed y frío.
La Cruz Roja y la Media Luna Roja atendieron de inmediato a los supervivientes, todos varones. Tres de ellos fallecieron nada más desembarcar y otros siete ingresaron en un hospital en estado muy grave, según la Cruz Roja. Tras reponerse, ingerir zumos y galletas y cambiarse de ropa, los supervivientes, aquejados de deshidratación, hambre y frío, aseguraron haber partido el 16 de octubre desde Ziguinchor, al sur de Senegal. Según su relato, al principio eran más de 150 personas. A medida que escasearon el agua y los víveres, comenzaron a fallecer los más débiles, hasta sumar 56 cuerpos, que fueron arrojados por la borda.
La embarcación de madera tuvo un fallo en el motor que los dejó a la deriva en su ruta hacia Canarias. La corriente, que en otras ocasiones engulle a los inmigrantes hacia el Atlántico, fue providencial, ya que los arrastró hasta el emplazamiento militar mauritano, en Nuadibú.
"Ha sido la mayor catástrofe humanitaria de la inmigración en Mauritania después del Marine I, nadie recuerda nada igual", resumió Pedro Florido, delegado de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en Nuadibú y uno de los miembros que atendió a pie de playa a los 101 supervivientes. "Estaban tan destrozados que algunos no sabían ni dónde estaban, no hablaban, sólo balbuceaban y no paraban de llorar", relató Florido que aseguró que varios de los atendidos tenían menos de 16 años pero entre ellos no había mujeres ni niños pequeños. El grupo dormía anoche, tras cenar espaguetis con verdura, en un centro que gestiona el Gobierno mauritano. En 48 horas, serán repatriados a Senegal.
Mientras estos subsaharianos no alcanzaban las costas de Canarias, otros 300 sí lo lograban en las últimas horas, a bordo de al menos seis embarcaciones. Las dos primeras, con 60 y 101 ocupantes, fueron trasladadas al puerto de Los Cristianos (Tenerife). La tercera llegó por sus propios medios a El Hierro con 61 personas (57 varones y 4 mujeres). En Gran Canaria, la Policía Nacional encontró una embarcación abandonada.
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