Barcelona seguirá con tres líneas de cercanías cortadas hasta diciembre
Los usuarios se toman el nuevo aplazamiento con altas dosis de resignación
Las tres líneas de cercanías de Barcelona que están cortadas desde el pasado 20 de octubre seguirán así hasta el 30 de noviembre. Se trata de una fecha orientativa: cabe que sea un poco antes, pero también es posible que se llegue a ese día y no se pueda recuperar el servicio, según admitió ayer el secretario de Infraestructuras, Víctor Morlán, tras la reunión del comité de emergencias que sigue la crisis ferroviaria en Cataluña.
Los informes geológicos entregados por las empresas contratadas la pasada semana han demostrado que el subsuelo está peor de lo esperado, de modo que habrá que esperar otra semana para saber cómo evolucionan las inyecciones de mortero que se están aplicando.
Morlán aseguró que el método de construcción no era el más adecuado
Las dos vías que han sido cortadas al tráfico se hallan sobre un terraplén que, hasta el momento, no había dado problemas. Pero, tras las filtraciones producidas en el túnel del AVE en construcción, el subsuelo, afectado de modo desigual, ha quedado en un estado penoso. La zona que soporta la vía número 1, la más lejana al túnel del AVE, está en relativo buen estado. Relativo significa que hasta la semana que viene no se dispondrá de un informe que señale si pueden hacerse pruebas: verificar las vías, la catenaria, el sistema de señales y circular con trenes vacíos requerirá varios días más, a partir de que se disponga del visto bueno de las empresas "por escrito".
Una vez se disponga de la vía 1, no es seguro que se reponga el servicio ni siquiera en vía única. "Depende de muchas cosas", dijo Morlán. Si la segunda vía se puede recuperar en pocos días, lo mejor es dejar las cosas como están y seguir con los autobuses provisionales hasta que sea factible reponer el servicio al completo, porque la fase de adaptación del usuario a un dispositivo alternativo es muy larga. Si la recuperación de la segunda vía tuviera que dilatarse mucho, entonces se podría plantear el funcionamiento del servicio con una sola vía, siempre que ello no estorbe la ya alta concentración de trenes en Sants.
Todo está pendiente de nuevos informes, que se tendrán cuando se tengan, advierte Fomento; ni un día antes ni media hora después. Pese a todo, Morlán se aventuró a dar una fecha: el 30 de noviembre.
El subsuelo sobre el que discurre la segunda vía es un gruyère: huecos por todas partes. Exigirá una intervención denodada a base de inyecciones de mortero. "Se puede arreglar", insistió Morlán tras mostrar un plano en el que el terreno mostraba su situación a base de colores: del kilómetro y medio que tiene problemas, apenas 300 metros presentaban una situación aceptable. La causa, señaló el secretario de Estado de Infraestructuras, es el mal sellado del túnel del AVE que circula subterráneamente de forma paralela a las vías. Las filtraciones a través de sus pantallas han provocado las oquedades. "Hubiera sido mejor otro método constructivo que el elegido por la empresa", subrayó Morlán. Y añadió que Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL, la constructora en cuestión, pese a haber declarado que hubiera sido mejor utilizar una tuneladora "nunca hizo esa propuesta al ministerio".
El anuncio de varias semanas más de provisionalidad no provocó un aumento apreciable en la irritación que ya arrastran los usuarios de cercanías. Más bien al contrario: la mayoría de los consultados expresaba una sensación de abatimiento y, sobre todo, resignación.
Las obras del AVE siguen, mientras, paralizadas en el tramo afectado. Sólo se realizan las destinadas a impermeabilizar las pantallas, porque estos trabajos sirven también para consolidar el terreno adyacente.
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