"Somos demasiado lanzados, siempre queremos más"

El Atlético ha recibido siete goles en los últimos dos partidos en su propio estadio Calderón: tres del Sevilla, el pasado miércoles, y cuatro del Villarreal, ayer. Muchos. Sobre todo, para su técnico. "Somos demasiado lanzados. Siempre queremos más. Queremos agradar al público, marcar y marcar. No hay orden en la defensa y hay que retomarlo pronto porque lo hemos ido perdiendo en los últimos encuentros", explicó Javier Aguirre.

Ayer, contra el Villarreal, los errores defensivos le costaron tres puntos al Atlético y sabe bien el técnico mexicano lo que estos tropiezos significan tanto a la corta como a la larga. "Hoy perdimos la posibilidad de engancharnos al líder", declaró nada más pisar la sala de prensa.

"No hay orden atrás y hay que retomarlo pronto", se queja el técnico mexicano

"Quitarnos méritos no sería un análisis muy acertado", sostiene Pellegrini

Antes de analizar los errores defensivos de su equipo, Aguirre recordó que el balance de goles a favor es inferior sólo a los del Real Madrid y el Barcelona. Todo un logro para un conjunto al que en los últimos años siempre le costaba llegar al área contraria.

Pero eso ha creado unos desequilibrios defensivos que empiezan a preocupar al entrenador rojiblanco. "Es que nos pillan muy abiertos a la contra porque estamos demasiado lanzados, sobre todo los laterales", confesó Aguirre quejándose de la falta de organización que sufre el equipo cuando se encuentra con ventaja en el marcador.

"Hay que organizarse mejor, saber que después de los primeros dos goles hay que controlarse un poco y evitar las avalanchas ofensivas. Hay que entender que los partidos duran 90 minutos y, si vas ganando por 3-2 cuando faltan veinte, controlar el encuentro", comentó con pesadumbre.

Aun así, Aguirre destacó la pegada que tiene el equipo, la lucha constante y la capacidad de llegada. Y aseguró que los problemas de equilibrio se pueden corregir mediante el trabajo. "Todo el equipo en conjunto necesita defenderse mejor. Yo sé que los jugadores tienen que tomar decisiones y a veces lo tienen que hacer en un segundo: 'Cabeceo arriba, cabeceo abajo, se la doy al azul, se la doy al rojo'. Si hay un fallo, lo entiendo. Lo que me preocupa es lo colectivo. Cómo corregirse y cómo hacer para que no se nos escapen tantos puntos", prosiguió Aguirre, visiblemente enfadado por la derrota.

"Os aconsejo mirar la segunda parte", se dirigió después a los periodistas; "porque sólo recuerdo dos tiros a puerta del Villarreal. No nos avasallaron y el empate creo que habría sido lo más justo".

Sin embargo, su homólogo del Villarreal, Manuel Pellegrini, sacó pecho y dio otra versión de los hechos. "Quitarnos méritos para lo que hicimos esta tarde no sería un análisis muy acertado", contestó cuando le preguntaron si la victoria de los suyos se debía a los fallos en la defensa de los rojiblancos.

"Nunca pensé que podíamos perder. Vi a un Villarreal muy fuerte. Al principio, cometimos unos cuantos errores estúpidos. Pero supimos aprovechar la experiencia de partidos anteriores ordenándonos muy bien", continuó el chileno.

"No vi al Atlético llegar con mucho peligro nunca. Nos han marcado goles en jugadas puntuales", matizó. Para él, la clave fue no sufrir el tercer gol antes del descanso. "Menos mal que no se convirtió en tanto el penalti de Maxi, que, por cierto, no sé de dónde sacó el árbitro que era penalti".

Aguirre no habló del arbitraje de Undiano Mallenco, pero sí de Forlán. Negó que su ausencia hubiera afectado al equipo en la posesión del balón y en la presión al rival. "El equipo está capacitado para suplir cualquier baja que podamos tener", afirmó.

Ahora, a la del delantero uruguayo se une la de Raúl García, que ayer hizo una labor muy importante en el centro del campo. Se perderá el choque contra el Almería por acumulación de amonestaciones y, además, hoy tendrá que ser sometido a una operación, ya que sufrió una fractura en la nariz.