Las reflexiones de Rumsfeld

Cuando era secretario de Defensa, Donald Rumsfeld anotó en una serie de reflexiones y memorandos internos dirigidos a sus colaboradores que los musulmanes evitan el "trabajo físico". Incluso llegó a escribir sobre la necesidad de "incrementar la amenaza", "vincular Irak con Irán" y desarrollar abundantes y contundentes declaraciones para ganar el apoyo de la opinión pública a una guerra cada vez más impopular.

Los memorandos, a veces llamados copos de nieve, arrojan luz sobre el áspero estilo de Rumsfeld y sobre sus esfuerzos para enfrentarse a retos importantes durante su mandato al frente del Pentágono. Una muestra de sus peculiares misivas refleja un secretario de Defensa desdeñoso con las críticas de los medios de comunicación e inclinado a configurar a su conveniencia la opinión pública sobre la guerra de Irak.

Rumsfeld, cuya corrosiva política a veces alienó a otros miembros del Gobierno y a personal destacado de la Casa Blanca, producía entre 20 y 60 copos de nieve diarios y regularmente vertía sus pensamientos por escrito como base para el desarrollo de políticas a aplicar. Los memorandos no están clasificados.

En uno de ellos, en 2004, refiriéndose a la deteriorada situación en Irak, Rumsfeld concluía que los desafíos a los que había que hacer frente allí no eran "extraños". Las informaciones pesimistas -"nuestro público corre el riesgo de caer preso del argumento de que todo está perdido"- son el resultado de aplicar patrones erróneos, escribió en uno de ellos.

Cuando en 2006 se hallaba asediado por las denuncias de varios generales que pidieron su dimisión en la prensa, Rumsfeld produjo una de sus reflexiones después de una reunión con analistas militares. "Charla sobre Somalia, Filipinas, etcétera. Hace que el pueblo norteamericano se dé cuenta de que está rodeado en el mundo por extremistas violentos", escribió. La gente se "unirá" al sacrificio, anotó después de la reunión. "Ellos buscan liderazgo. Sacrificio = Victoria".

La reunión también hizo escribir a Rumsfeld que necesitaba un equipo que le ayudase "a salir fuera y atraerse a la gente, en vez de defender simplemente" la política y la estrategia en Irak. "Estoy siempre a la defensiva. Dicen que lo hago bien, pero uno no puede ganar a la defensiva. No podemos quedarnos recibiendo golpes sin más".

Rumsfeld sugería también que el público debería saber que no habrá un "acontecimiento final" en la lucha contra el terrorismo, como ocurrió con la rendición de Japón en la II Guerra Mundial. "Va a ser una guerra larga. Irak es sólo un campo de batalla".

A partir de sus discusiones con analistas militares, el ex secretario de Defensa vincula Irán e Irak. "Irán preocupa al pueblo norteamericano, y un fracaso en Irak será ventajoso para Irán", escribió en abril de 2006.

En otra de sus reflexiones en mayo del año 2004, Rumsfeld se planteaba redefinir la lucha terrorista como una "insurgencia mundial". "El objetivo del enemigo", escribió, "es acabar con el sistema de Estados, usando el terrorismo, para erradicar del mundo a los no radicales". Para él, ni Europa ni la ONU comprenden la amenaza. Y si los radicales "se apoderan" de la riqueza petrolífera de Arabia Saudí, Estados Unidos tendrá "un enorme problema de seguridad nacional".