El PSOE vota en contra de eliminar el impuesto sobre el patrimonio

El PP regional planteó ayer una proposición no de ley en la Asamblea con el fin semivelado de fastidiar al rival político. Éste era el objetivo último de la propuesta presentada por el Ejecutivo de Esperanza Aguirre para instar al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a eliminar el impuesto de patrimonio. La propuesta fue aprobada con los votos de los 61 diputados populares presentes. A nadie se le ocultaba que la intención del PP era obligar al grupo socialista a pronunciarse sobre esta iniciativa fiscal y, sobre todo, fomentar la división interna.

Más aún cuando el diputado del PP, Pedro Muñoz, encargado de la defensa de la propuesta, justificó que la capacidad recaudatoria del impuesto es "irrelevante" y que "penaliza el ahorro y desalienta la inversión extranjera" para luego revelar que todos estos argumentos los había leído de un artículo del secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomás Gómez, publicado en el diario Expansión el pasado 18 de septiembre. "Es triste ver a un grupo tan errático en materia fiscal", se mofó.

Desde que Gómez abogó por eliminar el impuesto de patrimonio, los socialistas han iniciado un debate interno con posturas a favor y en contra. Unos han propugnado suprimirlo para potenciar las inversiones en la región. Otros criticaron que se eliminara la única tasa que grava a los que más tienen. Para colmo, el ministro de Economía, Pedro Solbes, abogó por supeditar la supresión del impuesto al debate de la financiación autonómica y, en todo caso, discutirlo pasadas las elecciones generales.

Los diputados del PSM están divididos sobre la cuestión. Y en los últimos días algunos se habían planteado salirse del pleno si llegado el caso tenían que votar a favor de una propuesta con la que no estaban de acuerdo. Finalmente, Adolfo Piñedo, portavoz en la Comisión de Hacienda, encontró una solución que zanjaba cualquier discusión. Podían negarse a votar la propuesta contra el Gobierno central, porque el PP pedía eliminar el impuesto para todas las regiones y Gómez sólo había hablado de hacerlo en el ámbito madrileño.

Piñedo resumió el argumento así: "Lo que dice la proposición es si Solbes paga, yo quito el impuesto y me apunto". Y recriminó al PP que la propuesta es una "cortina de humo" porque no tiene intención de suprimir el impuesto, pues ni siquiera lo llevaba en el programa electoral.