A Coruña se decanta por prohibir el botellón sólo en zonas residenciales

El gobierno municipal de A Coruña se decanta por soluciones intermedias para atajar el botellón, en un intento de conciliar el derecho al ocio con el del descanso. Prohibirá, pero sólo en zonas residenciales, estas concentraciones masivas de jóvenes que ahora se celebran en plazas muy habitadas del corazón de la ciudad. Los jóvenes podrán seguir, a partir de enero, con sus hábitos de tomar copas al aire libre en otros lugares de A Coruña donde el ruido que generan sus reuniones nocturnas no cause molestias, según la ordenanza municipal que prepara el equipo bipartito que preside el socialista Javier Losada.

La regulación de los espacios públicos de la ciudad donde se podrá o no celebrar botellones es una de las principales novedades de la compleja y amplia norma municipal, que ayer analizaron el alcalde y cinco concejales del ejecutivo coruñés. La ordenanza municipal, que esperan aprobar antes de finalizar el año para su inmediata entrada en vigor, también prohibirá a los establecimientos comerciales vender alcohol pasadas las 22 horas.

El regidor ya lanzó un llamamiento a las tiendas con horario nocturno para que apliquen desde ahora esa medida, una de las reivindicaciones de los residentes de las plazas más concurridas por las hordas de bebedores juveniles, las noches de jueves, viernes y sábado. Fomentar y organizar alternativas de ocio juvenil nocturno y gratuito, como sesiones de cine o conciertos de música en centros municipales cívicos, son otras de las medidas que se propone adoptar el gobierno bipartito de A Coruña, formado por la coalición del PSOE con el BNG.

No obstante, la impaciencia de los vecinos más afectados no decrece y se mantiene la convocatoria de una nueva protesta para el día 7 de noviembre, que consistirá en realizar una procesión con velas hasta el domicilio del alcalde y celebrar allí un botellón. A Coruña es una de las ciudades gallegas más afectada por el botellón, pero no la única cuyos responsables municipales tratan de buscar medidas que contenten tanto a la juventud como a los residentes.

El BNG organizó ayer una reunión de trabajo con dirigentes con responsabilidades en la Xunta, como el director general de Xuventude, Ruben Cela, o en los ayuntamientos de A Coruña, Lugo y Pontevedra, para tratar de aunar posturas sobre "este fenómeno social". "No se debe criminalizar a la juventud que participa en los botellones", reclamaron los nacionalistas, cuyos concejales se comprometen, desde los gobiernos locales en los que participan, a "hacer compatible el derecho al ocio en lugares públicos con la convivencia cívica".

El Bloque destacó su preocupación por la asociación del alcoholismo o el vandalismo con el botellón "como si fuesen exclusivos" de este tipo de concentraciones masivas al aire libre.

"Es un fenómeno que pone de manifiesto la necesidad y la demanda de los jóvenes de buscar alternativas a los espacios convencionales, como los locales de hostelería que también conllevan problemas como el excesivo ruido, el humo o precios prohibitivos", destacan los dirigentes del BNG. Hacer compatible el derecho al ocio con el del descanso, además de evitar los problemas de suciedad que genera el botellón, encabeza, de momento, la busca de medidas de los gobiernos municipales.