Rescindido el contrato con la firma que supervisaba las obras del AVE
El Gobierno paraliza los trabajos en Bellvitge hasta que funcione Cercanías
La prioridad atribuida por el Gobierno a que funcione Cercanías sobre las obras del AVE quedó ayer ratificada en el Congreso. Lo dijo, de modo solemne, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Tras la seguridad de usuarios y trabajadores, que es lo más importante, el Gobierno asume que reponer las Cercanías, viene en segundo lugar. Las obras del AVE, en el tramo de Bellvitge y sólo en él, que es el problemático por los socavones, quedan paralizadas hasta que se reponga el servicio de trenes convencionales.
El debate en el Congreso fue bronco, con palabras gruesas, pataleos y hasta un plante de la electrónica que se estropeó segundos después de que el presidente del Parlamento, Manuel Marín, hubiera anunciado al líder del PP, Mariano Rajoy, que había superado el tiempo pactado para su intervención. No pocos diputados del PP vieron en los hechos una conspiración para silenciar a Rajoy. Marín insistió en que se debía a un fallo electrónico y pidió excusas.
Del mismo modo que Marín no es electricista, pero asumió el error que dejó sin micrófono a Rajoy, Zapatero no hace los túneles, pero asumió "el grave error" producido en las obras. Una asunción con consecuencias: la primera, que la empresa OHL, que se equivocó en el sistema de sellado (error del que derivan las filtraciones que han producido los socavones), deberá cambiar todo el equipo directivo que había en Bellvitge. La segunda consecuencia es más dura aún: la rescisión del contrato a una empresa de ingeniería (Cygsa) que realizaba la supervisión de las labores en el túnel de Bellvitge.
AVE antes del 9 de marzo
Las obras del AVE no se reemprenderán y, por lo tanto, Zapatero no dio fecha alguna para su puesta en funcionamiento. Pero, ya en la réplica, sí puso una fecha límite: el AVE, dijo, llegará a Barcelona en esta legislatura. Esto significa que será antes del próximo 9 de marzo.
La oposición -ayer todos menos el PNV y el BNG-, insistió en que parte de los problemas de Cercanías de Barcelona se deben a las "prisas" para inaugurar el AVE y, sobre todo, según IU-ICV, a la falta de inversiones en la red de Cercanías durante años en Cataluña. Precisamente con Joan Herrera (IU-ICV) tuvo Zapatero las mayores diferencias de criterios sobre las obras. Para Herrera, todo el plan está mal concebido, porque antes había que haber arreglado Cercanías. CiU y PP añadieron a sus peticiones la suspensión del túnel por el centro de Barcelona que debe pasar junto al templo de la Sagrada Familia, un trazado pactado por todas las administraciones, a instancias del Gobierno del Partido Popular.
Hubo un segundo frente en la discusión: las causas del deterioro de Cercanías. Hubo acuerdo general en que las inversiones no habían sido suficientes. Y en este caso, el más incisivo (aparte del republicano Joan Tardà, que los descalificó a todos) fue el propio Zapatero. Afirmó con rotundidad que el problema del déficit de inversiones en Cataluña tiene 15 años de historia. Se remonta, afirmó, al periodo de 1992, cuando hubo un esfuerzo inversor relacionado con la celebración de los Juegos Olímpicos.
En Cataluña, recordó Zapatero, hay catenarias de hace 30 años que piden a gritos una revisión. Pero así como Herrera cree que hay que empezar por ahí, el Gobierno es partidario de hacerlo todo a la vez, porque tiene la voluntad política de llevar el AVE a Barcelona, de mejorar las Cercanías y, además, la disponibilidad económica para financiar ambas obras.
El déficit inversor en Cataluña, que este Gobierno ha intentado compensar, se lanzó Zapatero, no sólo afecta al transporte ferroviario de pasajeros y mercancías, también alcanza a las autovías. De modo que las inversiones son imprescindibles. Y añadió que el Ejecutivo tiene muchos problemas para defender lo que es justo en parte por la "demagogia anticatalana" del PP que azuza el anticatalanismo en otras comunidades.
"Es un sarcasmo que los que han estado ocho años sin hacer nada en Cercanías de Barcelona nos exijan ahora que hagamos en tres lo que ellos no hicieron en ocho", afirmó. "Tenemos la voluntad política y los recursos, sólo necesitamos el tiempo para realizar las obras".
Rajoy había acusado al presidente de no asumir responsabilidades y éste le respondió con sorna: "Mire, señor Rajoy, asumir responsabilidades es no esconderse, por ejemplo, tras un primo para justificar la ignorancia al hablar del problema del cambio climático".
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