¡Rápido, el desfibrilador!'
En España es muy difícil estudiar medicina, pero no por falta de vocaciones. Hay un montón de series televisivas de éxito sobre médicos y ahora la Wii enseña a operar en el quirófano
Una avalancha de series sobre la vida en los hospitales inundan la parrilla televisiva. Un médico arrogante, pero con un ojo clínico excepcional o una pandilla de médicos internos residentes con gran fogosidad sexual son ejemplos de los éxitos de la temporada, que abruman a los espectadores con extraños nombres de enfermedades y curaciones milagrosas.
La atracción por este oficio ha sido detectada por el mundo del ocio electrónico y ya hace algún tiempo que los médicos y enfermeras protagonizan videojuegos. Con anterioridad al lanzamiento de este título para Wii, ya se había lanzado una versión para Nintendo DS llamada Trauma Center: Under the Knife. Su éxito desencadenó una segunda parte adaptada a la consola de sobremesa de Nintendo y su mando wiimote. Todo lo que se podía hacer en la portátil con el lápiz se podrá hacer con este mando, que reconoce el movimiento y permite suturar, desinfectar y vendar. Ésta es la característica más importante del juego, reproducir acciones de los cirujanos.
Trauma Center: Second Opinion'
Desarrolladora: Atlus
Plataforma: Wii
Género: aventura / puzzle
Precio: 49,95
Edad: mayores de 12 años
Sitio: www.atlus.com/tcso/
index.html
Puntuación de 0 a 5: 4
Las operaciones no se realizan sin guión. Es necesario un protagonista y una trama que atrape al jugador y lo anime a realizar cada intervención. Como cirujano, se convertirá en Derek Stiles, un médico que acaba de terminar su especialidad como residente en cirugía en el Hospital Esperanza de bahía de los Ángeles. No lejos de allí, en el hospital San Francisco, la doctora Nozomi Weawer, con la determinación desde niña de salvar vidas, intervendrá en la historia. Todos estos ingredientes se aderezan con los rumores de una espantosa y nueva enfermedad a la que se enfrentarán con la ayuda de la organización Caduceus.
La primera tarea será extraer unos cristales a un paciente y suturar la herida. Por suerte, el novato doctor no está solo y le acompaña la asistente de cirugía Mary Fulton, que le indicará cada paso. Ésta es una pequeña intervención en comparación con las siguientes: extracción de tumores, pólipos en la garganta, trasplantes vasculares, con todo tipo de instrumental como si fuera una operación real. Para realizarlas bastará con apuntar el mando hacia la televisión y si hay que suturar, al moverlo en el aire en zigzag dibujará una línea en pantalla que coserá ambos trozos de carne.
El título pone a disposición de los médicos virtuales el instrumental quirúrgico: bisturí, pinzas, jeringa o gel antibiótico serán imprescindibles, pero también habrá objetos más sofisticados como un aparato de ultrasonido para revelar tumores ocultos y otras anomalías, una lente de aumento para operaciones de mayor precisión o el indispensable desfibrilador para aplicar descargas en el corazón del paciente cuando se ha perdido su ritmo cardiaco.
El juego irá proponiendo nuevas operaciones siempre y cuando se vayan superando con éxito, para ello se intentará que las constantes vitales del paciente nunca lleguen a cero pues morirá, o que el límite de tiempo no se supere en ningún caso. Siempre hay que escuchar a la enfermera, de eso depende en muchas ocasiones el éxito.
Las escenas no tienen vísceras ni sangre: los más aprensivos sólo verán una superficie de color rosa morado con formas parecidas a los órganos humanos, lo que no originará ningún desmayo. Para muchos, familiarizarse con palabras como aneurismas, cianosis y tomografía resultaría difícil si no fuera porque el juego dispone de un manual con algunos términos y su definición.
Trauma Center: Second Opinion no convertirá de un plumazo a sus jugadores en médicos, pero conseguirá que siga aumentando la afición por la medicina.
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