Encarna Vega, militante socialista

Encarna Vega Costales (Torre, Ribadesella, 1917), militante de la causa socialista, en la que se implicó de forma muy activa durante la dictadura franquista, falleció a los 90 años el 18 de octubre en Gijón, la ciudad en la que vivió desde de su infancia.

Con ella no desaparece el legado vivo de su compromiso político, que aún pervive en su marido y compañero de siempre, Marcelo García, presidente del PSOE de Gijón y ex dirigente de la dirección nacional socialista en la clandestinidad con Felipe González y Alfonso Guerra entre 1971 y 1974.

Nacida en Torre (Ribadesella), en 1917, en 1963 conoció a Marcelo García, 13 años más joven, minero desde los 16, hijo y sobrino de represaliados, testigo desde niño de torturas y fusilamientos, antiguo enlace con los últimos maquis en los años cincuenta y militante socialista desde 1959. Encarna Vega fue mucho más que el respaldo emocional de Marcelo. Estuvo con él en el trabajo clandestino, en cuantas ocasiones su esposo sufrió detenciones, malos tratos policiales de los que aún conserva secuelas, y en los 13 meses que permaneció en presidio tras ser condenado en 1967, cuando aún eran novios, por el Tribunal de Orden Público (TOP). La pareja contrajo matrimonio en 1968.

El domicilio del matrimonio y su pequeña peluquería fue reducto de resistencia y refugio de antifranquistas. En 1969 el matrimonio contactó en Francia con Felipe González y Alfonso Guerra y desde 1970 la vivienda de Marcelo y Encarna sirvió de lugar de cita y reunión de relevantes dirigentes socialistas en Gijón. Por allí pasaron Felipe González, Alfonso Guerra, Luis Yáñez, Gregorio Peces-Barba, Nicolás Redondo, Múgica y otros. Con su marido, Encarna sumó esfuerzos en la reconstitución del PSOE. Encarna Vega estuvo también con su esposo en el cumplimiento de la misión de contribuir a la reconstitución del PSOE de Galicia.