La 'coca' surca de nuevo las Rías Baixas

El Servicio de Vigilancia Aduanera propinó ayer en aguas de las Rías Baixas gallegas uno de los mayores golpes al narcotráfico en España, al incautarse de 112 fardos de cocaína con un peso aproximado de 3.360 kilos. Los agentes detuvieron además a siete personas cuando intentaban realizar las maniobras de desembarco de la droga.

Hacia las ocho de la mañana, varias patrulleras avistaron dos embarcaciones semirrígidas de unos 10 metros de eslora y dos motores de 300 caballos de potencia. Una de ellas navegaba a la altura de Cabo Home, en la ría de Pontevedra, y la otra fue localizada en la ría de Arousa, en las inmediaciones del puerto de Pedras Negras (O Grove). Ambas operaciones, denominadas Piraña, se desarrollaron en paralelo, coordinadas desde el juzgado número 3 de Cambados.

Las planeadoras trataban de alijar el cargamento que llevaba varias semanas fondeado cuando fueron sorprendidas por un enorme despliegue de medios marítimos y aéreos de Aduanas. Los tripulantes lograron abandonar las embarcaciones y adentrarse en tierra, después de arrojar por la borda 16 fardos con un peso aproximado de 400 kilos, que fueron recuperados por la Guardia Civil del Mar. Los paquetes presentaban dos tipos de inscripciones, unos identificados con la marca Levis y otros con una estrella de cinco puntas. Estaban preparados con materiales aislantes y doble envoltorio para prevenir la humedad. Los huidos fueron detenidos.

Fuentes de la lucha antidroga confirmaron la presunta implicación en este cargamento de R. V., de 42 años, vecino de Cambados, considerado el jefe de una de las más potentes organizaciones que operan en Galicia.

La captura de este alijo constata que los narcos están abandonando las costas de Portugal para recuperar las viejas rutas de los años 90, adentrándose con planeadoras más potentes y ligeras hasta el interior de las rías.