El 7,5% da positivo en los primeros test de drogas en carretera
Tráfico sorprende a 31 conductores que habían consumido narcóticos
409 pruebas y 31 positivos. Es el balance de los primeros test de drogas realizados el pasado fin de semana por la Dirección General de Tráfico en Badajoz y Zaragoza. De momento es una prueba piloto, que este fin de sema volverá a ensayarse en otras ciudades españolas -que la DGT no quiere revelar para garantizar el factor sorpresa- pero al fiscal de seguridad vial, Bartolomé Vargas, le han llamado la atención el elevado número de positivos: "Hay que analizar los datos con cautela, porque los controles se han realizado sólo en dos provincias, pero este fin de semana el porcentaje de positivos en los test de drogas ronda el 7,5%, con un pico del 11% en la noche del sábado en Zaragoza -17 positivos de 128 pruebas-, mientras que en las pruebas de alcoholemia ese porcentaje baja hasta un 2% o un 3%. Había una impunidad absoluta con el tema de las drogas, lo que se traduce en una falta de conciencia".
El fiscal quiere que haya tantos controles de drogas como de alcohol
Tráfico repetirá las pruebas este fin de semana en otra provincia 'secreta'
Conducir bajo la influencia de estupefacientes es un delito que lleva más de 30 años en el Código Penal, sin que prácticamente nadie hubiera sido condenado por ello. "Era un delito sin aplicación y creemos que hemos dado un paso adelante e irreversible para acabar con ese sentimiento de impunidad. El objetivo de la fiscalía de Seguridad Vial es que en el futuro haya tantos controles de drogas en la carretera como de alcoholemia. Y vamos a empezar a ver la gran influencia que su consumo tiene en los accidentes los fines de semana", añade Vargas. La estimación de la DGT es que las drogas están detrás del 10% de los accidentes mortales.
En parte, ha sido un delito sin aplicación por lo complejo que resulta un test de narcóticos una vez que la prueba de saliva ha dado positivo, frente a los sencillos alcoholímetros. Los médicos especializados de la DGT, en colaboración con la fiscalía de Seguridad Vial, han diseñado para estos nuevos controles en carretera un completo reconocimiento, de "no menos de media hora", según el fiscal, para la segunda parte del procedimiento en la que los médicos ya no trabajan para demostrar el consumo de estupefacientes del conductor sino la influencia de esas sustancias en su conducción. En esta fase, la más delicada, los médicos rellenan un completo cuestionario tras evaluar al paciente (dilatación de pupilas, equilibrio...) y si lo consideran necesario, pueden solicitar una extracción de sangre, a la que el conductor puede negarse, en cuyo caso habría que pedir una autorización judicial.
Sólo uno de los 31 positivos de este pasado fin de semana podría acabar en la vía penal. La fiscalía espera los resultados del análisis de sangre que le practicó un equipo médico especializado en el control de Zaragoza. La extracción de sangre o de orina adquiere en estos casos, valor de prueba de cara a un futuro procedimiento penal.
Las pruebas son obligatorias. Negarse es un delito de "desobediencia grave" castigado en el Código Penal con penas de prisión de seis meses a un año, además de 600 euros de multa, la retirada de seis puntos y la suspensión del carné de conducir por dos meses. El pasado fin de semana se negaron dos de los 409 conductores que pararon los agentes de la DGT. "En general, ha habido una gran aceptación por parte de los conductores. El objetivo de todo esto no es recaudatorio sino disuasorio y preventivo", matiza Vargas.
La muestra de saliva permite detectar de forma rápida, entre cinco y 10 minutos, y hasta las 10 o 12 horas después de su consumo, la presencia de las drogas más frecuentes como anfetaminas, metanfetaminas, cocaína, opiáceos y cannabis. Un positivo en la prueba de saliva implica sanciones administrativas; suspender el reconocimiento médico posterior, también penales: "prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses y, en su caso, trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y, en cualquier caso, privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años", reza el artículo 379 del Código Penal.
"En muchos casos podremos sustituir las penas de cárcel con medidas alternativas como trabajos en beneficio de la comunidad: en centros de parapléjicos, de víctimas con daños cerebrales, asistencia a domicilio de víctimas de accidentes de tráfico... para que el penado tome conciencia de los efectos de conducir bajo los efectos de las drogas. Los trabajos en beneficio de la comunidad tratan de añadir un efecto rehabilitador o de reinserción al efecto disuasor que de por sí, tiene cualquier pena", explica el fiscal de Seguridad Vial.
Este fin de semana habrá fiscales supervisando sobre el terreno, a pie de control, todo el procedimiento y la semana que viene se reunirán con responsables de tráfico en Cataluña y País Vasco, comunidades donde ya se practicaban este tipo de pruebas, para hacer una valoración conjunta de los resultados y los métodos empleados. "Estamos probando, pero esto es una medida pionera que se lleva a cabo en muy pocos países de Europa", añade Vargas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.