Otro barrio de Pontevedra rechaza a las familias gitanas

Más de 200 vecinos de la parroquia pontevedresa de Lérez salieron ayer a la calle para manifestar su repulsa ante la intención de varias familias del asentamiento chabolista de O Vao de trasladarse a esta zona rural, una vez que se proceda a la demolición de las viviendas sobre las que pesa una orden de derribo. La "alarma social" de la que hablaba en días pasados el alcalde de Poio, el nacionalista Luciano Sobral, generada por el realojo de esas nueve familias de etnia gitana, es ya algo tangible. Después del episodio de Vilarchán (Pontecaldelas), donde los vecinos se declararon dispuestos a hipotecarse con tal de impedir que los afectados por los derribos se hicieran con una casa, ahora el rechazo se palpa en Lérez. "Hoy nosotros, mañana serán otros y pasado otros", aseveraban los manifestantes.

"Aquí hay gitanos, pero éstos no trapichean, al menos en la parroquia"

Tras una pancarta en la que se podía leer "no queremos otro O Vao en Lérez, no a los trapicheos", los vecinos reconocieron estar "muy preocupados" ante la intención de varios residentes del poblado gitano de adquirir viviendas unifamiliares y terrenos en esta parroquia del rural pontevedrés, limítrofe con el casco urbano de la capital. "No vamos contra nadie de otra etnia", explicaba uno de los organizadores del acto, Miguel Vilacoba. En Lérez señalan que "hace muchos años" que conviven con familias gitanas: "Sus niños están escolarizados y van al colegio con los nuestros, no tenemos ningún problema de convivencia pero es que éstos no se dedican al trapicheo de drogas, al menos, aquí en la parroquia".

La concentración, que se prolongó unos 30 minutos, cedió todo el protagonismo a un joven de 14 años que dio lectura a un manifiesto en el que quedaba clara su preocupación por "cuando empiece el trasiego de yonquis" y "ofrezcan una papelina o una pastilla" a los vecinos. Vilacoba insistía: "Todos sabemos lo que se vende en O Vao y por algo le llaman el supermercado de la droga de Pontevedra". La solución para que este rechazo no se extienda a otras parroquias pontevedresas pasa por que "esta gente, antes de echarla de O Vao, cambie su modo de vida", decía.

En Lérez, una parroquia de cerca de 3.000 vecinos, se habla de que ha habido varios contactos entre gitanos de O Vao y propietarios de la zona. Los de O Vao se habrían mostrado interesados por alguna finca de grandes dimensiones, suficiente para levantar "otro nuevo poblado de chabolas".

Los vecinos de Lérez pedirán ahora una entrevista con alcalde de la capital, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores.