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Crónica:Novena jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

De Guti a Guti

Dos magníficos pases del madridista resuelven un tedioso duelo a favor del equipo de Schuster

José Sámano

Hay partidos mil veces fotocopiados en Chamartín: un rival de animosa apariencia que amaga con dinamitar la banca ante un Madrid tedioso que retuerce la situación con algún iluminado. Frente al Deportivo fue el turno de Guti, que desde su privilegiado mirador retó a Raúl y Robinho con el gol cuando el tiempo apremiaba al Madrid. Dos asistencias magníficas desde el balcón del área resueltas de diferente manera, como corresponde a protagonistas tan antagónicos: Raúl, con un toque confuso y un remate concreto; Robinho, tras varios oropeles ante Aouate. Las dos dianas fulminaron al Deportivo, que había resistido hasta entonces con cierta frescura. Como ya es costumbre, la defensa del Madrid le había regalado un gol. Esta vez, al minuto de juego, cuando Metzelder bostezó ante Xisco. Pero al equipo de Lotina, tan pulcro como irrelevante en las dos áreas, le faltó armadura en todas sus líneas. En medio de una confusa reconversión, hace tiempo que el Depor no da para más, circula muy justo por Primera.

REAL MADRID 3 - DEPORTIVO 1

Real Madrid: Casillas; Salgado, Ramos, Metzelder, Marcelo; Gago; Higuaín (Sneijder, m. 46), Guti, Robinho (Balboa, m. 89); Van Nistelrooy y Saviola (Raúl, m. 65). No utilizados: Dudek; Torres, Baptista y Soldado.

Deportivo: Aouate; Manuel Pablo, Piscu, Coloccini, Filipe; Rodríguez (Bodipo, m. 73), Sergio, De Guzmán (Taborda, m. 86), Guardado; Verdú y Xisco (Riki, m. 61). No utilizados: Munúa; Barragán, Aythami y Cristian.

Goles: 0-1. M. 1. Xisco. 1-1. M. 8. Van Nistelrooy, de penalti. 2-1. M. 79. Raúl. 3-1. M. 88. Robinho, tras un pase entre líneas de Guti.

Árbitro: Clos Gómez. Mostró amarilla a Salgado, Guti, Gago, Sneijder, Juan Rodríguez, De Guzmán y Riki. Expulsó a Sergio, del Deportivo, por doble amarilla (m. 80).

70.000 espectadores en el Bernabéu.

Raúl, suplente ayer, agitó a todos con su entusiasmo y el Depor se fue al garete
En el Madrid de Schuster prevalecen los clásicos. Otros muchos van sin rumbo
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"Raúl ha sido clave por su carácter"

El Madrid transita en cabeza y sólo el Valladolid y el Espanyol le han restado puntos tras nueve jornadas disputadas, pero no es un equipo seductor y son varios los jugadores sin molde, los que por distintos motivos no dan con la brújula. La invisibilidad de Sneijder, suplente ayer, ha resultado contagiosa. Ante el Depor no hubo pistas de Higuaín, esta vez de extremo derecho, y mucho menos de Saviola, del todo intrascendente. Lo de Gago es un caso aparte. No le falta presencia, pero se le ve un tanto desquiciado, lo que le lleva a dislocarse con frecuencia. Su posición requiere pausa, serenidad. Todo lo contrario de lo que transmite Gago, que no fija el ancla. Intenta abarcar más de lo que puede y el equipo se agrieta, se alborota más de la cuenta.

En el Madrid de Schuster prevalecen los clásicos, de Casillas a Van Nistelrooy, pasando por Sergio Ramos, Guti y Raúl. Y, en ocasiones, Robinho. Poco exigido en la defensa, frente el Depor la vanguardia fue capital. Primero, Van Nistelrooy se fabricó el empate al provocar un penalti del mexicano Guardado, que le atropelló de mala manera. El holandés, que no se arruga, lanzó con éxito el castigo, al contrario que el pasado miércoles ante el Olympiakos. Igualado el marcador, se anestesió el juego, con el Madrid parsimonioso, sin nadie que tirara un desmarque. Nada de chicha hasta el segundo periodo, cuando Marcelo, bajo el larguero, tuvo que desviar con el talón derecho un remate de Juan Rodríguez. Ahí se secó el grupo de Lotina y al instante se activó el Madrid. Schuster echó el lazo al mejor agitador posible, Raúl, ayer en el banquillo como espectador de Saviola. La hinchada le recibió con entusiasmo, como si fuera el mesías que requería la tarde. Y no se equivocó. Con su aire pulgoso y unos cuantos gritos de ánimo a la tropa, Raúl tuvo un efecto vigorizante para el Madrid. Robinho astilló el larguero de Aoute, Van Nistelrooy destempló a sus marcadores y Guti encontró al socio ideal. Un magnífico pase suyo al primer capitán derivó en el segundo tanto madridista. Raúl falló el primer control, pero el ariete holandés acompañó la jugada y le permitió rectificar. El Depor había cometido un error fatal: perder de vista a Guti, al que le basta un guiño para decidir un partido. No necesita la mejor noche de su vida para mandar al garete al rival de turno.

Al gol de Raúl le sucedió la expulsión de Sergio, precisamente uno de los escoltas de Guti. Se reprodujo la situación del gol de Raúl y Guti, con todo el paisaje de frente y nadie que le agobiara, filtró una asistencia soberbia para Robinho mientras echaba un vistazo al tendido contrario: Laudrup en estado puro. Fue el sello a otra victoria de un Madrid muy trabado, ayer enchufado por el espíritu de Raúl y rescatado por el acierto de Van Nistelrooy y Robinho. Y con Guti brindando con todos. Schuster ya sabe quiénes son prioritarios y quiénes son secundarios.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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