Miles de personas estrenan el tranvía del centro de Sevilla
La afluencia obligó a rebajar la velocidad en algún tramo
Los sevillanos tenían ganas de estrenar el tranvía. A pesar de las dudas que han acompañado al proyecto desde sus inicios, o quizás gracias a ellas, miles de ciudadanos no quisieron dejar escapar la primera oportunidad de subirse al Metrocentro, el tren que desde ayer conecta el Prado de San Sebastián con la Plaza Nueva.
Más que un medio de transporte, el tren era ayer una atracción de feria "La bicicleta me ha cogido mayor, pero el tranvía lo voy a usar mucho"
En cada tren caben 250 personas, pero el sol, el cambio horario, el hecho de que ayer el viaje fuera gratis y la expectación generada tras año y medio de obras ayudaron a que se superaran las previsiones de afluencia más optimistas. Desde primera hora de la mañana, centenares de sevillanos hacían cola en las paradas de los dos extremos del recorrido. Aunque la enorme hilera de personas desanimó a muchos, los que se decidieron a afrontarla coincidían en que iba rápido.
"Pensé que teníamos para una hora, pero llevamos 10 minutos y creo que en el siguiente tren entramos seguro", contaba Luz Galán, vecina del barrio de Los Remedios, que esperaba el tranvía acompañada por su hija, de siete años, y su sobrina, de ocho. Una vez dentro, a las niñas les parece que el Metrocentro circula "más despacio" de lo que esperaban y no esconden cierta cara de desilusión, que desaparece cuando el tranvía se adentra en la calle San Fernando y gana en velocidad.
La velocidad media del tren es de 20 kilómetros por hora, pero los miles de curiosos que ayer se acercaron al centro para ver rodar el tranvía sumados a la afluencia de familias, ciclistas y patinadores que circulan los domingos por la avenida de la Constitución desde que se peatonalizó, obligaron ayer a rebajar la velocidad del Metrocentro a su paso por esta vía.
Pero ayer, más que un medio de transporte, el tranvía era una atracción de feria. La mayoría de los que se subían no lo hacían por necesidad de ir a ningún sitio, sino para saciar su curiosidad. Entre los usuarios de más edad, que convivieron con el viejo tranvía por las calles de Sevilla hasta 1960, las comparaciones eran inevitables y para todos los gustos. "Es como meterte en el túnel del tiempo", explica Braulio Alcalá, de 82 años y que se declara "defensor" del modelo de ciudad peatonal que abandera el equipo de gobierno de PSOE e IU. "Lo de la bicicleta me ha cogido mayor, pero el tranvía me recuerda a mi juventud y lo voy a usar mucho", asegura.
El estreno fue un éxito. Será a partir de hoy cuando el tren tendrá que demostrar su funcionalidad como medio de transporte.
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