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Reportaje:

Mapfre cambia de escenario

Afectada por varias grandes catástrofes y por la crisis crediticia quiere hacerse más internacional

Los desastres de la naturaleza y las secuelas que ha tenido para todo el ramo del seguro, en forma de endurecimiento del proceso de captación de ahorro para sus pólizas y fondos, la crisis financiera y crediticia internacional que se vive desde el verano, atemperan las expectativas a corto plazo de los analistas sobre los resultados de Mapfre y quitan brillo a su anunciado propósito de obtener en cinco años más de la mitad de su beneficio bruto en el extranjero y de situarse entre los grandes de su sector en el mundo.

Prisas y ambiciones, tras su todavía reciente metamorfosis de mutualidad a sociedad anónima (traspaso a la cotizada Corporación Mapfre de todos los activos del grupo), no le faltan. El primer grupo asegurador español, que presenta esta semana sus resultados del tercer trimestre, quiere tener operando antes de 2008 la empresa de seguros del automóvil que ha creado en Italia con Società Cattolica di Assicurazioni, y ha comunicado esta semana a la Comisión Nacional de Competencia la fusión por absorción de Mutua Valenciana Automovilista.

La guerra del pasivo desatada por la banca con sus depósitos y cuentas remuneradas va a incidir negativamente en el ramo de vida de la aseguradora
El grupo va a priorizar la inversión en EE UU (opera ya con Mapfre USA) y en China (donde tramita una licencia para seguro directo)

Hace 20 días, el vicepresidente de Mapfre, Domingo Sugranyes, anunció, en la XXV Conferencia Mundial sobre el Reaseguro, que su grupo "se prepara" para invertir en EE UU (donde cuenta ya con Mapfre USA) y en China (donde tiene solicitada una licencia para operar en seguro directo y busca socios locales), y que lo va a hacer sin renunciar a seguir ganando cuota de mercado en Latinoamérica, a través tanto de crecimiento orgánico de adquisiciones, y "sin quitar tensión al crecimiento orgánico en España".

Casi al tiempo, dos altos ejecutivos de la compañía, el director general Esteban Terradas y el director financiero Luigi Lubelli, aseguraron en Londres, en una conferencia organizada por Merrill Lynch, que la cartera de inversión de Mapfre es de alta calidad y no está expuesta a la deuda hipotecaria de alto riesgo de EE UU. La cartera de valores vinculada a hipotecas o al negocio inmobiliario, explicaron, representa sólo el 0,2% de una cartera de inversión de 40 millones de euros. Además, agregaron, el 39,4% de la inversión total de Mapfre en deuda (20.169 millones) tiene calificación crediticia AAA y el 45,8% AA, y que casi el 80% de los fondos que destinan a inversión (27.108 millones) procede de ingresos fijos y tesorería.

Planes de futuro y seguridades sobre la nula repercusión de las hipotecas de alto riesgo en Mapfre que no disipan, sin embargo, algunas dudas de los analistas.

Los resultados del anterior trimestre fueron buenos en su conjunto, sobre todo por la aportación del negocio internacional, pero mostraron ya en el mercado doméstico crecimientos inferiores a la media del sector y ciertas debilidades en algunas actividades. Entre las últimas cabe citar, según un informe de Ahorro Corporación, la persistente debilidad de Mapfre en el canal bancario español de comercialización (caídas del 19% en el ramo de vida y del 3% en el no vida) y un cierto repunte de los gastos (extensible en este caso al negocio exterior).

Un escenario sobre el que han descargado en los últimos meses catástrofes y siniestros -un terremoto en Perú, inundaciones en el Reino Unido y un gigantesco y prolongado apagón eléctrico en Barcelona- que, en opinión de los analistas, van a afectar a los resultados de Mapfre en el tercer trimestre. Sus gestores han hablado de un impacto manejable, y en todo caso, dentro del presupuesto anual contemplado para grandes siniestros, pero los analistas creen que la repercusión en términos interanuales será significativa porque en 2006 no hubo grandes siniestros. "En cualquier caso", matiza un analista, "la volatilidad de la siniestralidad derivada de grandes catástrofes no debe alarmar en exceso. Está en la naturaleza del negocio asegurador".

También hay interés por conocer la evolución de las primas de automóvil. Mapfre, en un escenario de guerra de precios a la baja, pierde cuota desde hace varios trimestres, y además en los últimos meses han descendido las matriculaciones y ha aumentado la siniestralidad. No obstante, y siempre según los analistas, lo importante es tener ratios combinados adecuados en esta actividad, y Mapfre a cierre de junio tenía un ratio del 90%, "que es muy bueno".

También habrá que ver la incidencia en el ramo de vida de Mapfre, agregan los analistas, de la guerra del pasivo desatada por la banca con sus depósitos y cuentas remuneradas. Habrá que ver qué cuota del ahorro le quitan a los seguros y a los fondos de las aseguradoras. "La incorporación de los negocios de Caja Castilla-La Mancha y Bankinter puede mantener en términos absolutos las cifras de Mapfre en esta actividad, pero lo relevante es ver el crecimiento orgánico que registra en el tercer trimestre. Y qué va a pasar de aquí a final de año".

Un ciclista pasea ante la torre Mapfre en la Villa Olímpica Barcelona.
Un ciclista pasea ante la torre Mapfre en la Villa Olímpica Barcelona.

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