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Tribuna:COYUNTURA NACIONAL
Tribuna
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Día del Ahorro

El próximo miércoles, día 31, se celebra el Día Mundial del Ahorro, ocasión que aprovecho todos los años para comentar la evolución reciente y las perspectivas a corto plazo de esa variable estratégica para cualquier economía. Algunos ven el ahorro como algo que no va con ellos, al considerarlo cosa de ricos o de burgueses establecidos, pero no se dan cuenta de que seguramente, en proporción a su renta, ellos son los que más están ahorrando, sobre todo si han comprado una vivienda y están haciendo frente al pago mensual de la hipoteca. Ese pago mensual, que en algunos casos puede llegar al 50% de la renta disponible, es ahorro, que destinan a financiar la que probablemente será la mayor inversión de su vida, la vivienda. Y es que el ahorro no es lo que queda al final de mes después de hacer frente a todos los pagos, sino la diferencia entre la renta disponible y el consumo (por convención contable la compra de una vivienda no es consumo, sino inversión en capital fijo, mientras que los pagos por alquileres de la vivienda sí son consumo).

Los hogares deberán soportar el grueso del ajuste, consumiendo menos y comprando menos viviendas

Con el ahorro (aumentado o disminuido por el montante de transferencias de capital netas) financiamos, pues, nuestras inversiones en capital fijo, y lo que nos queda, si es una cifra positiva, es la capacidad de financiación, también llamada ahorro financiero, pues es lo que destinamos a adquirir activos financieros (un depósito bancario, acciones, bonos, planes de pensiones); si es negativa (necesidad de financiación), lo que tendremos que adquirir es un pasivo financiero (un préstamo) para financiar con él la parte de la inversión a la que no hayamos podido hacer frente con nuestro ahorro.

El nivel de ahorro del conjunto de la economía española no ha variado mucho en la última década, situándose en torno al 22% del PIB (gráfico izquierdo). No es ésta una cifra baja, pues supera en unos 1,5 puntos porcentuales (pp) a la media del área del euro y en unos 8 pp a la de EE UU, pero tenemos un problema: desde 1999, nuestra tasa de inversión en capital fijo supera a la tasa de ahorro (aumentada por las transferencias netas recibidas), y ello de forma creciente, de manera que en 2007 podemos alcanzar una necesidad de financiación superior al 9% del PIB.

Este déficit tan elevado sólo es sostenible por nuestra pertenencia a la UEM, pero tarde o temprano habrá que reducirlo, no es eternamente sostenible, y entonces no nos quedará más remedio que aumentar el ahorro (menos consumo) y/o reducir la inversión, por ejemplo, en vivienda, donde se nos ha ido la mano. En cualquier caso, el ajuste (que no tiene porqué producirse de forma brusca, como sucedía antes de nuestra pertenencia a la UEM) provocará una ralentización del crecimiento de la economía, a no ser que fuéramos capaces de compensar la menor demanda interna con exportaciones, algo difícil a la vista del deterioro de nuestra competitividad.

Otro problema relacionado con el ahorro en España es el que reflejan los gráficos central y derecho. El ahorro total se mantiene estable gracias a que ha aumentado fuertemente el ahorro público (los políticos también hacen cosas bien), pero el privado se ha desplomado unos 8 pp del PIB en la última década, correspondiendo el 60 % de dicha caída a los hogares. Serán éstos los que en los próximos años deban soportar el grueso del ajuste, consumiendo menos y comprando menos viviendas.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).

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