El SPD contenta a la izquierda con sus nuevas propuestas
Las iniciativas del congreso socialdemócrata alemán disgustan a la CDU, su aliada en el Gobierno federal
Las resoluciones del congreso que los socialdemócratas alemanes celebran este fin de semana en Hamburgo han tenido buena acogida en los partidos de oposición, La Izquierda y Los Verdes, pero recibieron fuertes críticas por parte de los democristianos (CDU/CSU), socios del SPD en el Gobierno federal.
En el congreso intervino ayer el vicecanciller y ministro de Trabajo, Franz Müntefering, que en las últimas semanas libró una dura batalla contra su presidente del SPD, el primer ministro de Renania-Palatinado, Kurt Beck, para no modificar los recortes que la Agenda 2010 de Schröder había aprobado para los parados. Müntefering no tocó el tema en su discurso. El conflicto ha quedado barrido bajo la alfombra y al concluir su discurso se estrechó la mano con Beck en un gesto de reconciliación.
El SPD y Beck intentan por todos los medios frenar la irresistible caída del partido en los sondeos de intención de voto, que se mueven en torno al 25%, casi quince puntos menos que la CDU/CSU. El partido, que en 140 años de historia adquirió la fama de ser el defensor de los más débiles y paladín de la justicia social, pagó con una enorme sangría de votos y militantes la política de recortes sociales que llevó adelante el canciller Gerhard Schröder (SPD) en coalición con Los Verdes. Beck parece haber encontrado en la corrección de esa política un trampolín para intentar subir la cotización demoscópica del SPD.
Cambio climático
El congreso del SPD camina en esta dirección, dar marcha atrás en algunas de las reformas y actuar como contrapeso al socio de coalición, los democristianos (CDU/CSU), a los que acusan de neoliberalismo desalmado. La tarea del SPD no resultará nada fácil. La canciller Angela Merkel (CDU) se ha destapado como una especie de criptosocialdemócrata que ha sorprendido a los sectores más conservadores de su partido y le ha robado el espectáculo al SPD en temas como el clima o la política de protección a la familia.
Conscientes de la necesidad de recuperar la imagen progresista, los delegados del SPD aprobaron mociones en esa dirección. La sorpresa ayer fue la resolución a favor de limitar la velocidad en las autopistas a 130 kilómetros por hora para reducir la emisión de gases nocivos, en contra de la dirección del partido. La no limitación de velocidad es una de las vacas sagradas en Alemania, defendida por la industria del automóvil y muchos ciudadanos. Cuando llegó a adquirir visos de realidad la posibilidad de reducir la velocidad, surgieron las pegatinas en los coches con la frase "ciudadanos libres exigen vía libre". La resolución de limitar la velocidad es en realidad un brindis al sol, porque no tiene la menor posibilidad de lograr una mayoría parlamentaria, pero queda como un gesto, un mensaje que el antiguo socio de coalición Los Verdes acogió con satisfacción.
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