Una buena idea mejorada
Es la nueva propuesta de Peugeot entre los familiares compactos, la categoría clave en Europa, con un tercio de las ventas totales y casi el 45% en España. Se llama 308 y recoge las últimas tendencias para situarse entre los favoritos de las familias de clase media.
Este coche polivalente ofrece una imagen actual, buena presentación interior, un comportamiento exquisito en confort y una calidad de conjunto notable, a precios competitivos. Cuida la seguridad y la ecología, porque puede incluir hasta nueve airbags, reduce los consumos y emisiones del 307 y tendrá versiones para biocombustibles (etanol y biodiésel). Y pronto contará con una fama muy variada que incluirá carrocería familiar o break (febrero), cupé o cabrio (verano de 2008), monovolumen medio y un todoterreno ligero, el futuro 3008. Pero la gran primicia llegará en 2010 con el 308 híbrido que, si VW o Toyota no lo impiden, será el primer diésel en ofrecer esta tecnología y reducirá los consumos y emisiones a sólo 3,4 litros y 90 g/km de CO2.
El Peugeot 308 es la evolución lógica del 307 y mantiene su línea casi de monovolumen en una silueta más estilizada. Un familiar muy moderno y completo con un interior práctico y bien presentado, buenos motores y un funcionamiento eficiente, seguro y muy confortable. Tiene unos precios y equipamiento correctos, pero muestra una línea continuista y alguna carencia lamentable: el control de estabilidad ESP sólo viene de serie en las versiones superiores.
Muy parecido, pero más estilizado
Como casi todos los coches que relevan a modelos de éxito como el 307 -3,2 millones vendidos desde 2001-, Peugeot no ha asumido riesgos con su sustituto, y aunque inaugura las siglas acabadas en ocho de la marca, parece más bien una puesta al día continuista.
Al principio cuesta distinguirlos, pero el 308 mide 4,27 metros de largo, siete centímetros más, y es cinco más ancho y uno más bajo. El efecto visual equivale a haber estirado la carrocería, y muestra una silueta más estilizada que equilibra la línea y realza la deportividad. Mantiene la arquitectura casi monovolumen del 307, pero con un diseño más bajo y afilado en el que destaca el frontal, inspirado en el 207, que incluye un capó con el borde sobresaliendo por delante, una rejilla muy grande y unos faros rasgados enormes que exaltan el rostro felino, seña de identidad de Peugeot. El lateral es similar al del 307, pero con más cristal, un resalte más marcado en la base de las ventanillas y unas aletas musculosas que refuerzan el carácter. Y la zaga es la zona más anodina. Pero destaca la calidad de fabricación, que se aprecia en el uso de aceros especiales -aumentan un 10% la rigidez de la carrocería- y en una aerodinámica impecable (CX: 0,29).
El interior es algo mayor que el del 307 y ofrece más anchura y espacio para las piernas. Tiene también un maletero algo mayor y huecos muy buenos para objetos: guantera y bolsas enormes en las puertas, apoyabrazos, posavasos... Pero el 308 marca la diferencia en su presentación y acabados (ver página 19), que está muy cuidada, transmite calidad y crea un ambiente elegante que entra por los ojos. Estas virtudes, unidas a unos asientos cómodos, una buena insonorización y unas suspensiones impecables, permiten viajar en familia sin apuros de espacio y con la máxima comodidad.
Cinco motores y cinco acabados
El 308 se vende de momento en versiones 3 y 5 puertas con seis motores. Los tres de gasolina se han desarrollado con BMW para el Mini: 1.4 (95 y 120 CV) y 1.4 THP turbo (150 CV). Los otros tres son turbodiésel: 1.6 (90 y 110 CV) y 2.0 HDi (136 CV). Los precios son justificados y se ofrecen con cinco acabados, Urban, Confort, Sport, Premium y GT, pero el primero incluye ya un equipo de serie correcto: seis airbags, ABS, ordenador de viaje, pantalla multifunción y todo lo habitual. Salvo el primero, añaden radio-CD y aire acondicionado, y a partir del Sport llevan climatizador y airbag de rodillas para el conductor.
Conclusión
El 308 es un familiar práctico y moderno con una imagen atractiva y un interior amplio y bien presentado. Ofrece un funcionamiento mecánico eficiente que sorprende por su confort, incluye un buen equipo de serie y no es muy caro.
CALIDAD Y FUNCIONALIDAD
La presentación interior es un punto fuerte del 308, que transmite una sensación de calidad superior a lo habitual en otros rivales. El salpicadero, de formas suaves y atractivas, está fabricado en un plástico mullido muy vistoso que imita la fibra de carbono. Pero todo el conjunto, desde la instrumentación en fondo blanco hasta la pantalla retráctil en color, las salidas de la climatización o la consola central, crean un ambiente refinado y acogedor. Además incluye detalles como el cuadro situado sobre el retrovisor, que permite comprobar si algún pasajero no lleva abrochado el cinturón.La calidad de acabado se completa con un planteamiento muy funcional en el uso familiar. La mayor anchura interior aumenta la sensación de desahogo y las plazas traseras ofrecen también más espacio para las piernas que en el 307. Y ofrece unos huecos para objetos grandes y prácticos, con una guantera y unas bolsas muy amplias en las puertas, portagafas en el techo, posavasos delante y atrás, repisas... Los asientos son grandes y cómodos, y sólo la plaza central trasera resulta poco confortable. Y los respaldos posteriores se pliegan para ampliar el maletero, que tiene 348 litros, ocho más que el del 307.La zaga incluye una luneta semicircular muy moderna, pero resulta pesada
MÁS CARO, PERO COMPETITIVO
El acabado medio Comfort del 308 1.6 HDi incluye un equipo de serie similar al de sus competidores equivalentes -seis airbags, aire y radio-CD, entre otros-, pero es más caro, al menos si se descuentan las rebajas promocionales de este mes, que se reflejan ya en los precios del cuadro. El único con tarifas superiores (170 euros) es el Citroën C4, pero viene con un equipo muy superior e incluye ESP, climatizador, MP3, sensores de lluvia y faros, elevalunas eléctricos traseros y llantas de 17 pulgadas, todos opcionales en el Peugeot. Los demás son más baratos, empezando por los Focus y León, que cuestan 900 euros menos. El Ford incluye control de velocidad, climatizador en vez de aire, y sensores de lluvia y luces, y el Seat tiene MP3. Por último, el Bravo es el más rápido y asequible de todos. Cuesta 1.600 euros menos que el 308 con sensores de lluvia y faros
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.