Rato dibuja un panorama de incertidumbres ante la CEV

"Si el pasado era un año de oportunidades, éste es un año de incertidumbres". El director gerente saliente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, puso esta preocupante guinda sobre la tarta de celebración del 30 aniversario de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV). En una conferencia sobre retos y expectativas económicas, Rato, que asistía en Valencia su último acto público como representante del FMI, explicó que el panorama se ha agravado por la convulsión en los mercados financieros norteamericanos, causada por la caída del mercado de la vivienda y las hipotecas de alto riesgo.

Rato vaticinó que Estados Unidos será el país que más sufrirá las consecuencias por ser el origen de la crisis, pero que a pesar de la desaceleración que se producirá en 2008 no entrará en recesión. Según la impresión del FMI, ésa podría ser la clave para el resto, aunque los países de economía emergente como China, la India y Rusia serán los únicos que "explicarán" el crecimiento de 2007. De cualquier modo, insistió en que los riesgos de la economía mundial han aumentado y los que ya existían se han incrementado. Así, señaló riesgos añadidos a medio plazo por los problemas del aumento de la población y, en clara divergencia con Mariano Rajoy, por los efectos macroeconómicos derivados del cambio climático.

González reclama "tranquilidad, calma y sosiego en la vida pública"

Rato aseguró no tener una respuesta sobre si se enderezarán las expectativas y advirtió sobre factores que podrían empeorar más el escenario. El todavía director gerente del FMI fue presentado por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, quien se anticipó al presidente de la CEV, José Vicente González, y le cortó un perfil mesiánico ("con él el paro descendió de tres millones a uno y medio").

En un discurso previo, González, definió a la organización como "una treintañera moderna" pero muy enraizada en sus fundamentos. Es decir, "ilusionada pero pragmática", "independiente pero no neutral" y "exigente pero cooperadora". El presidente repasó acontecimientos, recordó la figura de quienes le precedieron en el cargo, subrayo la unidad empresarial lograda por la organización y, enseguida, apuntó hacia el futuro "infinitamente mejor en todos los sentidos". "¿Cómo íbamos a ser empresarios sin ser optimistas, si todo lo que hacemos son apuestas de futuro?", inquirió.

González atribuyó al nuevo ciclo la oportunidad de evolucionar hacia un modelo de crecimiento más equilibrado en el que la industria y los servicios avanzados adquieran un mayor peso. Insistió, asimismo, en el aumento de la productividad y en la mejora de la formación, y pidió la complicidad de la Administración para recorrer ese camino. El presidente también exigió infraestructuras, una política económica y fiscal predecible, unidad de mercado y "calma, tranquilidad y sosiego en la vida pública".