El agresor de la joven ecuatoriana dice que iba "muy borracho"

"No sé qué pasó. Iba muy borracho y punto. Cuando uno va así no sabe lo que hace". Ésas son las explicaciones que Sergi Xavier M. M., de 21 años, dio ayer para justificar su agresión a una ecuatoriana de 16 años en un tren de Barcelona.

Tras ser detenido por la Guardia Civil, el joven ha quedado en libertad por orden del juez, que le imputa un supuesto delito de lesiones con el agravante de racismo. Tendrá que acudir al juzgado periódicamente. Su víctima aún no se atreve a salir a la calle.

"Se me ha ido mucho la olla. No se merece lo que le hice, la culpa es mía", abundó Sergi Xavier, que pidió perdón. Dice que no se considera racista. Pero durante el ataque -grabado por una cámara de seguridad de los Ferrocarriles de la Generalitat- invitó a la joven a volverse "a su país" y le llamó, entre otras lindezas, "inmigrante de mierda".

El suceso ocurrió la noche del 7 de octubre. En las imágenes se observa cómo el agresor, que no deja de hablar por el teléfono móvil, golpea en varias ocasiones a la menor, que iba tranquilamente sentada en el vagón. Le da incluso una patada en la cara y le llega a tocar un pecho.

El ataque racista ha causado conmoción en Ecuador. Hasta el punto de que el presidente del país, Rafael Correa, ha tomado cartas en el asunto, según fuentes consulares. Por expresa indicación suya, la ministra de Exteriores, María Fernanda Espinosa Garcés, y el embajador de Ecuador en España, Nicolás José Issa Obando, se desplazan hoy a Barcelona para visitar a la víctima.

El Gobierno ecuatoriano se ha puesto en contacto con la familia de la menor y ha contratado los servicios de un despacho de abogados. "No podemos admitir casos como éste, que por suerte ha sido filmado", subrayaron fuentes consulares.

El joven que agredió a una menor en el metro afirma que: "iba borracho y no me acuerdo de lo que pasó"