Robert Redford insiste

"Esta película no es un filme de guerra, sino de los efectos y las consecuencias de lo que ha sucedido en los Estados Unidos durante los últimos seis años en la política, en los medios de comunicación y en la educación", dijo ayer Robert Redford, que llevó al Festival de Cine de Roma su última película, Lions for lambs.

En el filme -en el que actúan además de él Tom Cruise y Meryl Streep- el cineasta pone en discusión las intervenciones de Estados Unidos en Afganistán e Irak. La película es un thriller político en el que se cruzan las historias personales de una periodista (Meryl Streep), un político (Tom Cruise) y un profesor (Robert Redford) cuyas existencias acaban vinculadas de modos distintos en la cruzada contra el terrorismo emprendida por Estados Unidos.

"Espero que la izquierda abrace mi película; cualquier obra que pone en discusión el statu quo es progresista, que para mí equivale a decir de izquierda", explico Redford. "Adquirí la conciencia política cuando con 19 años vine a Europa". Lo que se ha propuesto con esta película es airear todo lo posible ese compromiso político. "Hablamos de nuestro futuro y el futuro del país".

"Robert Redford es un mito", indicó Tom Cruise a la prensa italiana. "Tengo hacia él una admiración inmensa como cineasta y como persona, porque rompió con el esquema de los estudios para hacer las películas que quiere", añadió sobre el tipo que fundó el Festival de Sundance, cita inevitable del cine independiente estadounidense desde hace dos décadas.

Cruise y Redford coincidieron en un deseo: que se "eleve el nivel de conciencia de la opinión pública como instrumento para el diálogo en una sociedad polarizada", en la definición del director.

Otra película, ésta española, se presentó ayer en Roma. Barcelona (un mapa), de Ventura Pons, que tiene como escenario una ciudad que, a su vez, es protagonista del filme. Como trasfondo, la Guerra Civil española. La historia habla de "la Barcelona que gana la guerra, pero pierde la paz", explicó Pons durante la presentación a la prensa.

En la película de Pons -que reflexiona sobre las relaciones de pareja, la soledad y la muerte- participan actores veteranos como los catalanes Josep Maria Pou, Rosa María Sardá y Núria Espert. El buen hacer de los intérpretes, señaló Pons, "facilita el trabajo". "Son actores que están al servicio de la historia".