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Reportaje:

Miles de voces por el indulto a tres "inocentes"

Una multitudinaria marcha pide que tres condenados por agredir a un policía no vayan a prisión

La plaza de A Quintana reunió ayer a unos 3.000 vecinos de Santiago -5.000, según los convocantes- que piden el indulto de tres vecinos de la parroquia compostelana de O Eixo, condenados a siete años de prisión por agredir hace nueve años a un policía. "Somos inocentes" fueron las pocas palabras con las que los acusados rechazaron su condena y lo hicieron uno a uno, subidos al improvisado escenario levantado en la plaza para la ocasión.

A la protesta asistieron representantes de PSOE y BNG para dar su apoyo a los acusados. El escritor Suso de Toro leyó el manifiesto. "Vemos a verdaderos delincuentes que andan sueltos, y en cambio van a ir presos tres inocentes", proclamó, interrumpido por gritos de los congregados de "¡libertad, libertad!".

El altercado ocurrió en una protesta por los atropellos en la Nacional-525
"Fue un accidente desgraciado, le pudo pasar a cualquiera"

Los hechos ocurrieron hace nueve años. Los vecinos de O Eixo organizaban manifestaciones contra el aumento de dos a tres carriles de la carretera N-525. La vía divide a la parroquia en dos, lo que ocasionaba numerosos atropellos. Una tarde de julio de 1998 se produjo un altercado entre policías y vecinos y varios de ellos cayeron por un terraplén. Uno de los agentes resultó gravemente herido. En ese momento, no hubo detenciones. Quince días después, llegó la denuncia contra seis de los vecinos.

El juez condenó en 2003 a tres de los acusados a una pena de seis años por delito de lesiones y uno por atentado. Un total de siete años que deberán empezar a cumplir en la cárcel de Teixeiro (A Coruña) el 31 de octubre. La sentencia, ratificada por el Tribunal Supremo, es firme. La primera petición de indulto, acompañada del apoyo unánime del pleno del Ayuntamiento, fue rechazada por el Consejo de Ministros en abril.

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José Moreira es dueño de una librería en Santiago, Jesús Montorio trabaja como chófer de la Xunta y es padre de dos hijos, y Simón Márquez es fontanero. "Estamos fastidiados", dice Montorio, que asegura sentirse "asombrado y agradecido" del apoyo de la gente.

Montorio y Moreira se han negado a mostrar su arrepentimiento público y a pedir perdón al policía, ya que consideran que hacerlo sería admitir su culpabilidad. Simón sí ha accedido. "Ya no duermo nada de noche y en casa no puedo estar", cuenta, nervioso, este joven de 29 años. "En estos nueve años, siempre me he estado comiendo la cabeza". José Manuel Bocija, portavoz de los vecinos de O Eixo, destaca que los condenados son "vecinos ejemplares". "Fue un accidente desgraciado, le pudo pasar a cualquiera de nosotros".

El policía herido, Luis Gómez, cansado de recordar aquel día, sólo quiere que lo dejen en paz. "Ha sufrido tres o cuatro operaciones en la cara", explica Enrique Rama, del Sindicato Unificado de la Policía. "Físicamente no se le ve mal, pero lo está. Él es la primera víctima".

Al Ministerio de Justicia ya ha llegado la segunda petición de indulto. Los condenados tienen a su favor el informe de la Xunta de Goberno de Santiago y del Parlamento de Galicia, pero no han conseguido el beneplácito del PP, que pide una disculpa pública de los acusados. El sindicato policial también dice que, "de seguir así las cosas", se opondrá al perdón. "Yo tengo esperanza", confiesa Simón, uno de los condenados, "nunca la pierdo".

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