Bajo la línea europea

Portugal mejora su crecimiento aunque todavía en niveles inferiores a sus socios de la UE. Gracias al tirón del sector exterior, pero aún lastrado por bajos niveles de consumo interno, el país ha crecido un 1,6% durante los últimos 12 meses. La buena noticia es que la economía lusa podría lograr sus mejores resultados fiscales en cuatro años, reduciendo su déficit público hasta el 3%.

Los últimos datos entregados por la Comisión Europea y Eurostat revelan que la economía portuguesa ha crecido un 0,5% durante el segundo trimestre del año, una décima menos que el periodo enero-marzo. Si comparamos la cifra con el mismo trimestre del año pasado tenemos un alza del 1,6% en el producto interior bruto (PIB) luso, casi un punto menos que el 2,5% de media de la eurozona y muy por debajo del 3,2% logrado por los 27 países de la Unión Europea. Portugal creció un 1,3% durante el curso pasado.

La economía lusa podría lograr sus mejores resultados fiscales en cuatro años, al reducir su déficit público hasta el 3% al cierre de este ejercicio

Riesgos latentes

De esta manera, las previsiones del Banco Central local se mantienen en torno al 1,7% de crecimiento del PIB para este año y de un 2,2% para el próximo. Estas predicciones concuerdan con las del Fondo Monetario Internacional (FMI) que prevé un alza del 1,8% para este año y el próximo. El fondo cree que los riesgos latentes de la economía mundial ralentizarán el crecimiento portugués del próximo año. Una opinión que el Ejecutivo del socialista José Sócrates no comparte, ya que no ve riesgos inmediatos para sus finanzas derivados de la crisis hipotecaria.

Con todo, esta diferencia con sus socios europeos se debe a que la demanda doméstica sigue sin despegar, lo que sumado a un estancamiento de la inversión extranjera convierte al sector exterior en el único pilar del crecimiento de la economía portuguesa. El consumo privado seguirá lastrado este año por el bajo crecimiento del empleo y el elevado endeudamiento. Las previsiones señalan que este indicador sólo crecerá un 1,4% durante este año, tres décimas más que el año pasado, pero casi un punto menos que el 2,2% de alza registrada durante el ejercicio de 2005.

En cuanto al sector exterior, se prevé que las exportaciones crezcan un 6,3% para este curso y el próximo. Del mismo modo, las importaciones se elevarán un 3% durante 2007, para dar un salto hasta el 5,5% en 2008. Frente a estas buenas cifras, el problema sigue siendo la inversión exterior. Los datos señalan que la formación de capital fijo sólo se elevará un 0,8%, una cifra baja pero que representa una mejora frente a la caída del 1,6% del curso pasado.

La buena noticia es el control de las cuentas públicas. Los datos entregados por el Ejecutivo a la luz de los presupuestos del próximo año indican que el déficit podría cerrar este curso en un 3%, cumpliendo el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea por primera vez desde el año 2003. Con ello, Lisboa mejora en un 0,3% las últimas previsiones hechas en marzo, que estipulaban ya un déficit del 3,3% del PIB, en comparación con el 3,7% previsto en las estimaciones de finales de 2006.

Cuentas públicas

Estas nuevas cuentas tienen el respaldo del propio comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios Joaquín Almunia, ya que además garantiza un déficit fiscal del 2,4% para el próximo año. Esto se traducirá además en que en 2007 la deuda pública se reduzca hasta el 64,4% del PIB, en comparación con el 64,8% en 2006. Esta vuelta al Pacto de Estabilidad se produce después de registrar un desequilibrio del 3,9% el 2006 y del 6,1% el 2007.

Portugal ha logrado equilibrar sus cuentas gracias a severos recortes acometidos en el gasto y la inversión pública: un plan de racionalización puesto en marcha después del esfuerzo inversor para sacar adelante la Eurocopa de fútbol del año 2004. No obstante, la Comisión Europea ha advertido que estos recortes, que dejarán el consumo estatal en un -1% durante este año, pueden ser contraproducentes con el crecimiento del país, dada la incapacidad del sector privado de llevar el peso de las inversiones.