Un muro entre Lorenzo y Rossi
Una valla separará a ambos pilotos el próximo año en Yamaha si el italiano usa Bridgestone
Desde que ya es campeón del mundo de MotoGP, son muchos los que miran a Casey Stoner y ven su cara más redonda que nunca. El título que el australiano certificó en Japón hace un mes ha causado un revuelo enorme tanto por la claridad con la que lo ganó como por la reacción que ha producido en sus rivales, que han encontrado en los neumáticos de su Ducati la excusa perfecta.
Primero adujeron que el propulsor de la moto roja tenía más potencia. Más adelante señalaron a los componentes electrónicos de la Desmosedici GP7 como el secreto de sus triunfos. Y a medida que el aussie se acercó al título argumentaron que su éxito se debía a los compuestos Bridgestone que calza su moto. Ocurre, sin embargo, que la Ducati número 27 no es la única que los monta, sino que hay tres más -las de Capirossi, Guintoli y Davies- y el piloto de Southport siempre ha sido el más rápido. Lo mismo ocurre con las dos Suzuki, las Kawasaki y las Honda del equipo Gresini. Nunca antes se había relativizado tanto una corona como la de Stoner, pero pocos títulos han llevado consigo tantas consecuencias como éste.
La posibilidad de que el Mundial del próximo año pase a ser un campeonato monomarca parece haberse esfumado. Sin embargo, hay una tesis que toma cuerpo: Valentino Rossi cambiará los neumáticos Michelin por los Bridgestone. El fabricante japonés aseguró ser capaz de abastecer a sólo un piloto más de los que tiene en cartera para el campeonato de 2008. Y todo parece dispuesto para que sea Rossi, que está presionando todo lo que puede y más para que su Yamaha calce los mismos compuestos que la Ducati de Stoner. "Quiero el mejor material. Y ahora los mejores neumáticos los ofrece Bridgestone", resume el italiano.
De confirmarse el acuerdo, la moto de Il Dottore sería la única de los diapasones que iría calzada con estos compuestos mientras que la M1 de Jorge Lorenzo, que será su compañero de equipo y que hoy puede ser campeón de 250cc, tendrá ruedas francesas. Si eso ocurre, algo parecido a un muro deberá separar a los dos pilotos dentro del box. Bridgestone exigirá esta barrera física para salvaguardar sus secretos. "Aunque los mecánicos del otro verán la moto cuando entre y deducirán parámetros de los neumáticos", asegura el jefe de mecánicos de un equipo de MotoGP. Y prosigue: "Sabrán las presiones, las medidas y, por ejemplo, si ven cómo están reguladas las suspensiones podrán deducir parámetros de la carcasa del neumático".
Además de esta separación física, los dos pilotos no podrán compartir los datos telemétricos, lo que supondrá más trabajo para los corredores. También para los mecánicos, que deberán desarrollar las dos motos siguiendo caminos distintos. Este caso es insólito en el motociclismo. Lo que más se le acerca es lo que ocurrió en 2004 entre Makoto Tamada y Max Biaggi. La moto del japonés iba calzada con Bridgestone y la del italiano empleaba Michelin. Los dos motociclistas sólo compartían el patrocinador y cada uno tenía su equipo de mecánicos.
Yamaha es consciente del riesgo que supondría equivocarse una vez que Michelin ha decidido rearmarse sin reparar en gastos. Aunque parezca mentira, el piloto con más ganas de que esto se concrete es Stoner. "Me gustaría que Rossi utilizara mis neumáticos. Así podría demostrarle que puedo ganarle de todas formas", reta el campeón.
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