"Un disco sólo se termina cuando se interpreta encima de un escenario"

Número uno en ventas en su primera semana y entradas agotadas en San Sebastián, Madrid, Barcelona y Valencia. Tal ha sido la respuesta del público a la publicación de La esperanza es el sueño de los hombres despiertos (Universal), séptimo disco de Ismael Serrano (Madrid, 1974). El cantautor inicia su gira en el Kursaal.

Pregunta. ¿El de hoy será un concierto especial?

Respuesta. Sin duda. Es el primero en el que presento las canciones de este disco, con toda la responsabilidad que esto supone. Un disco sólo se termina cuando se interpreta encima de un escenario. Hemos reducido la banda a cuatro músicos, con lo cual tenemos que reinventar los arreglos de algunas viejas canciones, y quiero darle una puesta en escena un tanto teatral. Es un reto.

P. ¿Sueña despierto?

R. Lo que define al ser humano es precisamente su capacidad para soñar despierto. Otra cosa es que, tal y como está construido el modelo de sociedad, vivamos en conflicto con esa propia naturaleza, aislados unos de otros, con unas necesidades artificiales y con una espada de Damocles colgada encima de la cabeza, que es la precariedad y el miedo, que no nos permite recuperar esa esencia de animales sociales y soñadores.

P. Aristóteles, mitología... ¿No son sus textos demasiado arduos para la despreocupada juventud actual?

R. No. Hay gente de mi generación, y más joven, que comparte esas inquietudes. No diré que no me preocupa volverme más hermético con el tiempo, pero tampoco se puede subestimar a la gente en ese sentido.

P. ¿Está cansado con su rol de cantautor comprometido y sesudo?

R. Yo lo reivindico en respuesta a cómo se esgrime ese término, a un estereotipo que no hace justicia a la tradición, muy rica y muy plural, del cantautor comprometido. El género de la poesía social ha dado poetas maravillosos, y la canción de autor comprometida ha dado canciones que nos han acompañado toda la vida y siguen teniendo vigencia.

P. La suya es una música variada.

R. Sí, pero creo que, a pesar de que el tópico habla de privilegiar las letras por encima de la música, la ambición del cantautor es buscar el equilibrio entre lo que se dice y cómo se dice, y ese equilibrio te lleva a buscar referencias en el empeño por situar ese texto con cierto vuelo poético en un universo musical que ayude.